Los discursos en el templete aún no terminaban cuando simpatizantes de Morena estaban desplegados sobre el Parque de Bolsillo del Zócalo capitalino y gritaban “¡fuera, Mancera!, ¡fuera, Mancera!”, preparando el terreno para lo que sería uno de los dos picos de la protesta de ayer: el aventar la “basura electoral” a la puerta de la sede del Gobierno del Distrito Federal (GDF).

Las urnas de papel, junto con la propaganda de Clara Brugada —que fue señalada como apócrifa por su equipo—, fueron llevadas por un grupo de simpatizantes, entre ellos, dos diputados locales electos por Gustavo A. Madero, César Cravioto y Beatriz Rojas, para reclamar lo que acusan fue el “fraude electoral” en las delegaciones Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Iztacalco y Coyoacán.

Los granaderos ya estaban afuera del Antiguo Palacio del Ayuntamiento, donde está la oficina del jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera. Los que estaban en la primera fila no se movieron y dejaron pasar a los inconformes. Los uniformados, que ya estaban casi pegados a la pared, entrelazaron los brazos para evitar que pudieran ingresar y en ese momento los simpatizantes de Morena arrojaron la “basura electoral” y cientos de papeles cayeron en las cabezas de los policías.

La situación se tensó y los granaderos sacaron los escudos, pero no hubo agresión y todo se calmó, porque los militantes se unieron a la caminata de 12 horas que, en la plancha del Zócalo, ya habían iniciado la candidata de Morena a Iztapalapa, Clara Brugada; el dirigente nacional, Martí Batres, así como los candidatos a las delegaciones Miguel Hidalgo, Iztacalco y Gustavo A. Madero, Héctor Vasconcelos, Jesús Martín del Campo y Ramón Jiménez.

“Lo que le decimos al gobierno de la ciudad de México, es que piense muy bien en quién se va apoyar en los últimos tres años de gestión; si en la primera fuerza política o en un grupo de delincuentes que terminarán devorando al Gobierno del DF”, dijo Batres

Recuerdo del pasado. La escena de ayer en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento recordó lo que pasó el domingo 24 de octubre de 2011, cuando los perredistas “colgaron despensas” en la puerta de la sede del GDF en repudio, en esa ocasión, de la supuesta intervención del entonces jefe de gobierno, Marcelo Ebrard Casaubon, en el proceso interno de selección de consejeros nacionales y estatales.

En el Zócalo, ayer los integrantes de Morena, principalmente de Iztapalapa, marcharon para exigir la nulidad de la elección de la jefatura delegacional porque acusan hubo compra de voto y esperarán, dijo Brugada, la resolución del Tribunal Electoral del Distrito Federal (TEDF) y reiteró sus reclamos a Mancera por presuntas irregularidades.

Montaron la “Expo Fraude” y quemaron dos judas con las figuras de Miguel Ángel Mancera y el secretario de Gobierno del DF, Héctor Serrano, a quien acusan de haber favorecido a los candidatos del PRD en el proceso electoral del 7 de junio pasado.

Batres demandó tres puntos al GDF: que la policía ya no persiga a los brigadistas de Morena, la renuncia de Serrano y que sancione a funcionarios delegaciones que, acusó, participaron en el fraude electoral.

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