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Al inicio de su gestión aseguró que terminaría los tres años de su encargo, pero a casi la mitad de su administración, la jefa delegacional en Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, deja abierta la posibilidad de buscar una candidatura para ser jefa de gobierno y será a fines de año cuando decida si pide licencia o no para competir en las elecciones de 2018.

En entrevista, la delegada comenta que en diciembre tomará una determinación, pero asegura estar concentrada en la delegación, a pesar de que las encuestas de EL UNIVERSAL la colocan en segundo lugar, sólo por debajo de Morena.

En su oficina, donde conviven pinturas, esculturas y tejidos elaborados por manos de culturas indígenas, lo mismo que artículos del Cruz Azul, su equipo favorito de fútbol, la hidalguense habla sobre dos presidenciables, Andrés Manuel López Obrador y Miguel Ángel Mancera, además, opina que el PAN debe ir solo en esa contienda.

La también ex funcionaria federal en el sexenio de Vicente Fox sostiene que la pasada administración en Miguel Hidalgo debe ser sancionada por diversas obras inconclusas y destaca que su gestión no es de grandes obras, sino de concluir lo pendiente y mejorar la infraestructura existente.

¿Cree en las encuestas?

—No, porque siempre me han tratado muy mal, aunque es la primera vez que no me ponen a 20 puntos. No es una fotografía del momento. Pienso que en todos los partidos hay gente decente y gente indecente y hoy la gente va a pensar más en las personas que en el partido. Yo ya pasé por el gabinete federal, soy delegada y seguro voy a regresar a trabajar como ingeniera, soy muy feliz haciendo cosas de tecnología, como delegada, ingeniera, como luchadora por las mujeres indígenas.

¿No quiere ser jefa de gobierno?

—Pues mira de verdad, de verdad, de verdad… —la funcionaria ríe y se lleva la mano a la cabeza, luego continúa—: Esa es una fotografía muy buena, rascándome... Yo siempre he creído que los políticos se joden cuando empiezan a pensar en lo que sigue antes de tiempo, porque entonces van a empezar a contestar lo que es políticamente correcto. La gente no se merece que alguien que hizo un trabajo mediocre pretenda ser jefe de gobierno y yo todavía no puedo hacer una valoración real de mi trabajo, creo que va a ser un buen trabajo, pero eso lo vamos a poder revisar a fines de año. Ese es mi deadline. No me voy a confundir, no voy a empezar a trabajar para las encuestas, no voy a dejar de decir groserías cuando las tengas que decir, no me parece justo para la gente de Miguel Hidalgo que empiece a trabajar en un proyecto distinto al que venía. No he hecho nada para aparecer en las encuestas, es más no pago un solo peso en medios, así que la posibilidad de que me conozcan es mínima.

Pero están las redes sociales, son otra herramienta…

—Pues sí. Lo único que puedo decir es que hay que trabajar primero, no hay que distraerse. Ahora, es un hecho que aposté mi casa y soy una mujer de palabra. Dije que si por hocicona me iba antes de acabar mi gobierno, le daba mi departamento al Colegio Salesiano, lo tengo que hacer y no veo a mi marido y a mis hijos dispuestos a quedarse sin casa hasta este momento. Me costaría varios millones de pesos el chistecito de ser candidata. Lo hice justo para que no se me antojara, por si se me antojaba, que me costara, que haya una consecuencia, lo hice para contenerme y sigo contenida.

¿Ya se le antojó ser candidata?

—No, no he tenido intenciones de dejar de tener mi casa propia, sé que no lo creen pero ahí están los mensajes: no he tapizado la delegación de publicidad, no he salido en las revistas del corazón porque cuando quieres ir de jefe de gobierno tienes que moverte en esas cosas.

¿Entonces lo evaluará?

—Creo que diciembre es el momento de tomar una decisión y sus consecuencias pero, además, ni partido tengo, entonces tampoco es tan fácil: se me antoja ¿y qué?, el del PAN [Jorge Romero] no se ve que me quiera mucho, tan es así que se notó en la Asamblea Legislativa.

¿Se lleva mal con Jorge Romero, uno de los principales liderazgo del PAN capitalino?

—No tengo nada con Jorge Romero [coordinador del blanquiazul en la Asamblea], pero creo que no soy de su agrado, mi estilo no es de su agrado. No soy la panista tradicional que hubieran querido tener como delegada, soy demasiado rebelde, libre, digo groserías.

Xóchitl Gálvez, empresaria en el ramo de edificios inteligentes, presentó el mes pasado una controversia constitucional por recibir menos presupuesto y reclamó que el panista no la respaldara en el reparto de recursos adicionales. Aún así, afirma que hay otro sector del partido que la aprecia, incluido el presidente nacional Ricardo Anaya “que me reconoce públicamente y creo que le caigo bien, me quiere”.

¿Aceptaría una de las candidatura de Morena?

—¡Ay! Morena tiene como 10.

De paso añade que en ese partido hay gente valiosa y se refiere a Martí Batres y Claudia Sheinbaum, ambos destapados para buscar la candidatura a la jefatura de gobierno, pero sin dar nombres comenta que hay otros “con los que no me podría sentar a comer”.

¿Qué opina de Andrés Manuel López Obrador?

—Un hombre que podrá ser muy criticado pero está en lo suyo, es más, le ayudé a electrificar sus pueblos en Tabasco cuando era comisionada de Pueblos Indígenas, es un cuate que se preocupa por la gente. Me encantaría que dejara de hablar más a Delfina Gómez, la candidata del Estado de México, no necesitamos padrinos, las mujeres chingonas por algo llegamos ahí.

¿Ve a al jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera, como candidato a la Presidencia de la República?

—Me parece que no sabe si quiere ser del PRD, porque cada vez hay menos PRD, ya todos se brincaron a Morena, como si para ser santo te tuvieras que ir a Morena. Un día dice que quiere ser independiente, otro del PRD, para empezar, debe tomar una posición concreta.

¿Ve viable una alianza entre el PRD y PAN para 2018 en el país?

—Vamos a ver primero si queda algo del PRD, pero creo que el PAN debería ir solo. Hay un PRD al que le tengo gran respeto y reconocimiento.

La delegada dice que ella misma viene “de una izquierda clandestina, de ideales”, pero en el caso del PRD se han filtrado personas que sólo ven por sus intereses.

Dice estar peleada “con el PRD de Víctor Romo”, su antecesor en la delegación y sostiene que en el Mercado Escandón, el Parque El Mexicanito y el nuevo edificio delegacional, el ahora diputado local tuvo irregularidades en obras inconclusas, pues pagó por adelantado trabajos sin ejecutar, hubo faltantes o sobrecostos.

Dice que es injusto que no haya sanciones de la Procuraduría y la Contraloría General y que “hay una preferencia por los del PRD”.

En todos estos casos, sus antecesores sostienen que ellos hicieron una primera etapa y que usted no quiso dar continuidad

—Yo no fui la que dijo que se pagó de más en el edificio delegacional o que se pagaron 40 millones en Escandón sin que estuvieran los trabajos ejecutados, lo han dicho la autoridad federal y la Contraloría local.

Al hacer un balance de su gestión, asegura que no llegó para hacer grandes obras sino para mejorar la infraestructura existente y ahora, a terminar lo inconcluso. Resalta que redujo la burocracia para ahorrar 80 millones de pesos que sirven para becas de certificación laboral y reducir de 130 a 100 millones de pesos las deudas por laudos mercantiles y laborales de otras administraciones.

Añade que los trámites sobre construcciones se transparentan en internet y por Periscope, su principal plataforma para difundir sus acciones, y que reemplazó las despensas por programas de certificación laboral.

Insiste en que no se va a distraer de su actual encargo, pero anticipa que el PRD “va a hacer hasta lo imposible para chingarme pensando en que quiero ser jefa de gobierno”, pero señala que “les va a costar, pues soy honrada”.

“Y no estoy manca, me sé defender, si creen que me van a dar un fregadazo, yo les voy a contestar y con dos”, concluye la delegada.

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