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Sin sus dos testigos, que prometió la semana pasada, acudió a la continuación de audiencia inicial la defensa del hombre de origen albanés que el pasado 6 de febrero arrolló a una policía cuando le intentaba poner un inmovilizador a su camioneta en calles de la colonia Juárez, en la delegación Cuauhtémoc.

Ayer, en la sala 62 de juicios orales del Tribunal Superior de Justicia de la Ciudad de México, se llevó a acabo la audiencia para determinar la situación jurídica del agresor de la policía Marisol Cervantes, donde el Ministerio Público presentó las pruebas que imputan al sujeto por los delitos de tentativa de homicidio calificado y resistencia de particulares, que fueron suficientes para que el juzgador Edgar Jesús Campos tomara la determinación.

En punto de las 14:00 horas comenzó la audiencia; sin embargo, el imputado denunció que fue obligado a despertarse a las 2 de la mañana y que 12 horas después no había recibido alimento alguno, por lo que pidió al juez que le pudieran dotar de algo para aguantar la audiencia. El juez suspendió la diligencia por 20 minutos para que el hombre albanés recibiera alimento y después proseguir.

Al pasar los 20 minutos la audiencia continúo, donde la Ministerio Público Rocío Ortega sólo presentó los elementos de prueba que imputan al inculpado, entre ellas los dictámenes de la Policía de Investigación que señalan que el sujeto participó en el atropellamiento; la entrevista de la afectada, de un testigo y del policía que detuvo al hombre albanés, quien se intentó dar a la fuga el día de los hechos.

“No fue su intención el causarle daño a la víctima, su intención era evadir la sanción administrativa”, comentó el abogado defensor del inculpado. Al mismo tiempo Marisol Cervantes Pulido, la policía que resultó afectada, comenzó a llorar, situación que hizo que el juez determinara suspender la audiencia por otros 10 minutos.

El recordar la escena y darse cuenta de que estaba en peligro su vida fue la causa de las lágrimas, aseguró la víctima; además de que era la primera vez que lloraba por la situación que vivió el pasado 6 de febrero.

El juez dictaminó un plazo para el cierre de investigación de tres meses, a fin de que ambas partes desahoguen las pruebas, tiempo que el imputado continuará en el Reclusorio Norte. Al término de la audiencia el afectado denunció que no le dan alimento y que tiene que pagar por todo en la cárcel.

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