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Dentro de un edificio con más de 100 años de antigüedad, viven decenas de jóvenes que cumplen una condena por algún delito, Alejandro es uno de ellos; ahí aprendió a pintar y sus obras han sido reconocidas incluso en la Academia de San Carlos.

Álex tiene 17 años y fue enviado a la Comunidad de Tratamiento Especializado para Adolescentes de San Fernando después de recibir una sentencia de cuatro años por el delito de homicidio doloso; meses después comenzó un taller de dibujo y artes plásticas donde encontró su vocación.

En entrevista el joven, quien viste playera blanca y pantalón de mezclilla, como todos en ese lugar, contó el porqué está en la comunidad.

“Yo había salido a cenar con unos amigos en la delegación Gustavo A. Madero, tuve unos problemas con unos señores, así que nos fuimos y unas calles después nos detuvieron unos policías y nos dijeron que nosotros teníamos las características de unas personas que habían matado a un señor, entonces nos detuvieron a mí y a otros dos amigos, nos procesaron y nos sentenciaron por los delitos de homicidio y tentativa de homicidio”, relató.

El 22 de septiembre de 2015 Álex llegó a San Fernando, donde se enteró de los talleres que podría tomar y le llamó la atención el dibujo.

“Me dieron un tour por San Fernando, para conocer los talleres: dibujo, artes plásticas, y cartonería fueron los que me interesaron, así que me inscribí a éstos”, contó Álex.

Su primer dibujo fue un pez Koi, aunque sabe que tiene un gran significado, su reto era hacer uno parecido a los chinos, y tras varios intentos lo logró.

“Me acerqué a uno de mis maestros y vi que eso estaba dibujando, me gustó mucho y comencé a dibujarlo, hasta que lo logré y fue uno de los que se han expuesto”.

Según leyendas china, estos peces conseguían nadar contra corriente río arriba hasta la cascada y subirla; al llegar, como recompensa por su esfuerzo, se transformaban en dragones, esta imagen está asociada a la perseverancia ante la adversidades y la persistencia, por lo que Álex lo ha tomado como un amuleto.

Sus obras han sido expuestas en la Casa de Cultura de la Universidad del Estado de México y en la Academia de San Carlos, en esta última le dieron el permiso de asistir, asegura que fue ahí donde le dieron más ánimos para seguir.

“A San Carlos sí fui, fue muy emocionante, me decían que estaban muy padres [mis dibujos], que tenía talento, que le siguiera echando ganas, eso me ha dado la energía para continuar”, dijo.

Busca ingresar a la prepa. En libertad, Álex había concluido sus estudios en la secundaria y estaba esperando un año para volver a hacer el examen de admisión al nivel medio superior, pues no lo logró en esa ocasión, actualmente estudia la preparatoria abierta y espera que al concluir pueda estudiar artes visuales.

Su profesor y la hoy ex directora general de los Centros de Tratamiento para Adolescentes de la Ciudad de México, Elisa Lavore Fanjul, le comentaron que posiblemente al salir obtenga una beca en la Academia de San Carlos y ellos harían todas las acciones para que fuera posible.

“Me dijeron que iban a ver las posibilidades de obtener una beca y ahora me emociona más el pintar y el prepararme para salir”, señaló.

Pero pese a que su futuro al salir de la comunidad se esté iluminando, el mayor anhelo de Álex es volver a convivir con toda su familia y ver a su madre, quien debe pasar todos los filtros para verlo unos minutos.

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