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La construcción del nuevo aeropuerto abre una gran oportunidad: “Es posible hacer el mayor rescate ecológico y urbano que se haya hecho en el país en toda su historia”, afirma el arquitecto Alberto Kalach, en entrevista con EL UNIVERSAL.

La gran oportunidad está ahí. Alrededor de lo que será la nueva terminal aérea se encuentran algunas de las zonas más deprimidas de la Ciudad de México: Chimalhuacán, Texcoco, Ecatepec y el borde de Ciudad Nezahualcóyotl.

Es posible llevar bienestar y servicios a la población más pobre de la mancha metropolitana, mejorar el medio ambiente del Valle e impulsar el crecimiento urbano hacia el oriente, lo que introduciría un factor de equilibrio con el desarrollo hacia el poniente.

Puede haber un proyecto para hacerlo en sólo tres años, considera Kalach, y con un presupuesto de entre 2% y 3% de lo que costará la nueva infraestructura aeroportuaria.

Sobre los beneficios del rescate ecológico y urbano del sistema de Lagos de Texcoco, resalta que tendría un impacto positivo sobre el crecimiento urbano del oriente de la ciudad de México, porque habría recuperación del agua de lo que queda del sistema, tres veces mayor que la Bahía de Acapulco, disminuiría la contaminación del Valle e impulsaría el desarrollo en una amplia región muy deprimida.

El creador del Atlas de Proyectos para la Ciudad de México considera que las ciudades son las creaciones más complejas realizadas por el hombre, de manera que no hay una solución para resolver los problemas de la ciudad, lo que hay son muchas soluciones que suman. Unas impactan más que otras.

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