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Diversas autoridades del Gobierno de la Ciudad de México implementaron desde las primeras horas de este lunes un megaoperativo en las inmediaciones de la delegación Iztapalapa, con el que buscan terminar con el negocio de la venta de autopartes robadas, se revisaron poco más de 40 lugares, de los cuales se clausuraron 20 y se aseguraron varias toneladas de piezas con reporte de robo o que ingresaron de manera ilegal a la ciudad.

En este megaoperativo participó personal de la procuraduría capitalina, de la Secretaría de Finanzas, del Invea y Sedema, todos coordinados por elementos de la Policía de Investigación (PDI), quienes se desplegaron sobre la avenida Santa Cruz Meyehualco de la colonia Santa María Aztahuacán, donde también acudieron elementos antimotines de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) para contener a los empleados y propietarios, quienes en un principio trataron de impedir el trabajo de los oficiales.

Como parte de la revisión, personal del Departamento de Inteligencia Financiera verificó varias piezas para determinar si habían ingresado de manera legal al país, de lo contrario, serían decomisadas, encontrándose casi una tonelada de piezas de origen chino que se comercializaban ilegalmente. En algunos de los establecimientos se detectó que comercializaban también inhalantes a menores de edad y en otros, que no manejaban de manera correcta los residuos líquidos contaminantes como el aceite y químicos que producen los acumuladores, por lo que procedieron a clausurarlos.

La procuraduría capitalina dio a conocer que en el operativo participaron mil elementos de la PDI; más de 400 servidores públicos de las secretarías de Finanzas, Medio Ambiente y Movilidad, así como del Instituto de Verificación Administrativa, además de mil policías de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina, quienes resguardaron, al igual que los agentes ministeriales, la seguridad de los comerciantes, clientes y transeúntes del lugar.

Este dispositivo inició poco después de las 11:00 horas derivado de diversas denuncias que señalaban toda la zona como un lugar donde prolifera la venta de autopartes robadas e ilegales, los propios empleados y encargados de estos negocios permitieron a las autoridades la revisión de las piezas, por lo que no hubo detenidos, al explicar que ellos sólo se dedican al comercio y desconocen la procedencia del producto.

Las autoridades capitalinas dieron a conocer que este mismo operativo se aplicará en todas las zonas donde se tiene conocimiento que se comercializa mercancía robada o que ingresa de manera ilegal a la ciudad; es decir, todo aquello que evade impuestos, buscando con esto abrir los espacios a los comercios formales y en regla.

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