Una vez que ha quedado aprobada por el Congreso la Ley de Ingresos, la Cámara de Diputados se encuentra en la etapa final de la discusión de lo que será el Presupuesto de Egresos de la Federación para el año 2018, mismo que deberá quedar aprobado a más tardar el próximo 15 de noviembre.

El Presupuesto 2018 no es uno más, lo que finalmente acuerden los diputados va a tener enorme relevancia. El próximo año es un año electoral. Además de que vamos a elegir al próximo Presidente de la República, habrán de renovarse ambas Cámaras del Congreso de la Unión y un gran número de cargos en el ámbito local. Aunado a ello, como todos sabemos, apenas hace escasos dos meses, nuestro país fue sacudido por dos grandes terremotos en los que lamentablemente perdieron la vida un gran número de mexicanos y que causaron una gran destrucción, principalmente en los estados de Oaxaca y Chiapas y en la Ciudad de México. Una vez más nuestro país enfrenta el reto de responder ante desastres naturales que, por su magnitud, exigen de nuestra mayor capacidad de respuesta. Para solidarizarnos con el dolor de muchísimas familias que perdieron sus viviendas y sus bienes materiales, y para reparar todos los daños sufridos en escuelas, carreteras, etcétera, sobre todo en el sureste de nuestro país, es sumamente importante que en el Presupuesto se destine la mayor cantidad posible de recursos para la reconstrucción y para apoyar a los damnificados.

Por ser un año electoral y por la gran cantidad de recursos que serán destinados a la reconstrucción, se vuelve de la mayor importancia el tema de la transparencia en el ejercicio del gasto público. Afortunadamente para nuestro país, cada día es mayor la exigencia ciudadana de que cada peso del erario tiene que utilizarse de manera honesta y transparente. La transparencia, de la mano de la rendición de cuentas, es una añeja demanda que la sociedad reclama y que aún es asunto pendiente.

No hay ninguna duda de que 2018 será un año complicado. Nuestra economía enfrentará grandes retos. No se necesita ser un experto para darse cuenta de las enormes complicaciones que traerá para nuestra economía el proceso electoral. Aunado a ello, asuntos internos que no hemos acabado de resolver: la caída en la producción y en el precio del petróleo, el repunte de la inflación, la crisis en materia de seguridad pública y muchos más etcéteras. Por si esto no fuera suficiente, el ambiente internacional tampoco ayuda. Sólo por poner un ejemplo: la falta de coherencia en temas de suma importancia, de quien ocupa la Presidencia de Estados Unidos, y la difícil renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, llenan de incertidumbre el futuro próximo de nuestra economía y hacen indispensable un manejo responsable de las finanzas públicas.

Por eso es tan importante lo que van a aprobar la próxima semana los diputados. México, en los últimos años, ha logrado mantener estabilidad en los indicadores económicos más relevantes y niveles moderados de crecimiento económico gracias, en buena medida, al manejo correcto de las finanzas públicas. Es cierto que los niveles de crecimiento no son ni con mucho los que se necesitan para generar los empleos que nuestro país demanda pero, por lo menos, ayudan a mantener la estabilidad. Confío en que la Cámara de Diputados, al aprobar el Presupuesto de Egresos para el año 2018, sabrá estar a la altura de las necesidades. Pero también es muy importante que la ciudadanía sea cada día más exigente con las autoridades para que cada peso que se ejerza, se use de manera honesta y transparente en beneficio de la sociedad. Hacerlo así, permitirá recuperar poco a poco la confianza ciudadana en sus autoridades.

Abogado
@jglezmorfin

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