“Yo siento una gran satisfacción de ser maestra y pienso que es lo mejor que la vida me ha dado, es la mejor profesión del mundo, porque gracias a nosotros las personas saben leer y escribir; muchos llegan a ser médicos, ingenieros, abogados... si volviera a nacer, volvería a ser maestra”, así describió Matilde Gil Herrera su incursión en la docencia, tarea que combinó con la política.

La docente integrante del Partido del Trabajo fue asesinada hace 20 días; su cuerpo fue hallado apenas el lunes.

“Tengo muchos motivos de satisfacción, como ver a muchachos que estaban metidos en el alcohol y drogas, que los teníamos que ir a levantar del piso para llevarlos a sus casas, y posteriormente meterlos a la escuela; gracias al trabajo de mis compañeros ahora son profesionistas”, relató en su blog digital hace unos años.

Gil Herrera era esposa del líder estatal y diputado local, Rubén Aguilar Jiménez. Ambos fueron militantes de la izquierda desde su juventud y fueron fundadores, a principios de la década de 1980, del Comité de Defensa Popular, que en 1991 pasó a ser el Partido del Trabajo en la entidad.

De acuerdo con las autoridades, fue privada de la vida por una persona allegada a su familia.

“De las distintas pesquisas e investigaciones hemos podido determinar que quien aparece como el principal responsable del crimen es una personas cercana durante mucho tiempo a la maestra, pero también han participado otras personas”, señaló el gobernador Javier Corral; sin embargo, dijo que las líneas de investigación por el momento se mantendrán en reserva.

La dirigencia estatal del PRD condenó el homicidio y resaltó que todos los chihuahuenses fueron testigos del secuestro de Matilde Gil en el estacionamiento de un centro comercial y del sufrimiento de su familia por su ausencia prolongada. “Finalmente conocemos los pormenores de su asesinato, lo que hace que este tipo de delitos de alto impacto cometidos contra civiles, nos genere un duelo colectivo”, dijo Luis Pavel Aguilar, presidente estatal.

Se refugia en EU. La periodista Patricia Mayorga abandonó el país y está en vías de solicitar asilo político en Estados Unidos, debido a que su vida está en riesgo por una serie de reportajes que realizó en conjunto con Miroslava Breach, asesinada hace un mes.

Salió de Chihuahua el 6 de abril pero se había guardado su situación para no comprometer su integridad.

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