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El gobernador Héctor Astudillo Flores está convencido de que el problema de Guerrero no es de “policías y ladrones”. Al cierre de este año, tiene dos cosas claras para iniciar el siguiente: seguirá con el apoyo a la legalización del cultivo de la amapola con fines medicinales y apostará por sistemas de inteligencia para combatir la inseguridad.

En entrevista con EL UNIVERSAL, asegura que avanzó en varios temas: en la reducción de protestas y en la atención a los maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación Guerrero (CETEG), quienes desocuparon el zócalo —tomado desde 2014—. Sin embargo, reconoce que el principal pendiente es la seguridad.

La primer semana de diciembre, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y la oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH) calificaron como “problema dramático” la situación de desaparición forzada y homicidios en el estado, donde en 13 meses ocurrieron más de 2 mil crímenes.

Criticaron que de 2013 a la fecha han desaparecido 409 personas y de octubre de 2015 hasta noviembre pasado fueron asesinadas 2 mil 428. También destacaron la insuficiencia de personal para atender la contingencia y la falta de investigación en las estrategias de combate a la delincuencia, por mencionar algunas observaciones.

El pendiente

Usted ha mencionado que el problema de la inseguridad es de altibajos, ¿hay alguna otra respuesta para los guerrerenses?

— Hay que transitar en busca de otro tipo de acciones que no solamente sean policías estatales, federales y militares. El año que viene se tiene que fortalecer la inteligencia; la seguridad no se puede seguir combatiendo igual, necesitamos entrarle a mecanismos modernos que no tenemos.

¿La Federación lo está dejando solo?

— No, Guerrero es un asunto de seguridad nacional, debemos ampliarnos al tema de la inteligencia, entendida como una modernidad. Para avanzar se necesitan entre mil 500 y 2 mil millones de pesos, hay un problema presupuestal a nivel nacional. Cuesta dinero y no hay para entrarle tan rápido. Se enfrenta a la delincuencia con lo que se tiene, pero no hay dinero para establecer mecanismos de control.

Aunque desde mayo la Secretaría de Gobernación anunció el fortalecimiento del Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4) y la construcción del Centro de Coordinación, Comando, Control, Comunicaciones y Cómputo (C-5) para dar apoyo tecnológico a la estrategia de seguridad, el mandatario admite que este proyecto no se ha podido concretar.

En Acapulco, Chilpancingo e Iguala hay cámaras de seguridad, pero resultan insuficientes. En los próximos días se colocarán en Zihuatanejo, pero esto será solo un paso para comenzar con las estrategias de inteligencia.

Lucha contra el narco

Ante los repuntes de violencia, Astudillo Flores asegura que hay apoyo federal: señala que hace unas semanas llegaron mil policías federales y se distribuyeron en Chilpancingo, Tierra Caliente e Iguala.

La principal estrategia corresponde a la instalación de Bases de Operaciones Mixtas en cinco de las 50 ciudades consideradas por la federación como de mayor índice en homicidios dolosos. En Chilapa, la capital, Coyuca de Benítez, Iguala y Acapulco hay grupos interrelacionados que operan en las calles las 24 horas, primordialmente para disminuir los asesinatos.

Durante la charla, el priísta admite que el comportamiento de la criminalidad se debe a la pugna de grupos instalados en Tierra Caliente, Costa Grande, Centro, y Acapulco, donde el problema es la lucha por las zonas de distribución, a diferencia de los demás, quienes pugnan por la siembra, sobre todo, de amapola: Guerrero aporta 52% de la producción nacional.

Amapola

¿Es la amapola otro de los principales problemas en cuanto a la violencia de Guerrero?

— Se tiene que esperar a que el Congreso nacional resuelva el tema de la mariguana para fines medicinales y después vemos la amapola. Tiene que esperar por la ruta medicinal… el tema de la amapola tiene que ser tratado de otra manera.

Astudillo Flores admite que la siembra de la flor aumentó en el estado, pero asegura que es proporcional al incremento de consumo en Estados Unidos, el principal comprador de opio, el cual es extraído de la planta rosada.

“Hay que buscar otro tema que no sea la prohibición; hay beneficios de carácter social, no vamos a descubrir el hilo negro. En Turquía y en España se siembra casi lo mismo que se siembra en Guerrero, de manera legal.

Para Astudillo, el tratamiento de este problema podrá ayudar en el combate a “la violencia, el dolor y la muerte”.

Orden y paz

Su slogan de campaña fue orden y paz... ¿qué pasó?

— Sigue firme. Aún es mi postulado. Hay más orden y estoy tratando de que haya más paz. Por supuesto que ha habido más. Hay un gobierno que existe, que está, que actúa en todos los temas, pero hay que reconocer que el estado está en una situación complicada.

¿Está conforme con su gabinete?

—Hay una carencia de material humano en Guerrero, fundamentalmente en temas administrativos, pero no tengo que complacer los intereses de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación (CETEG) ni de otra organización. Vamos a tener un gran problema para encontrar a alguien que deje contentos a todos en un estado donde hay una gran insatisfacción.

Conflictos sin resolver

Sin dar detalles, el gobernador refiere que habrá al menos cuatro cambios en el gabinete. Recientemente removió a Alicia Sierra de la Secretaría de Cultura y tomó protesta a Mauricio Leyva, quien fungía como subsecretario de la dependencia.

Este año en Guerrero ha habido meses, como noviembre, en los que se reportan hasta siete homicidios por día. Según organizaciones no gubernamentales e indicadores de la Segob, el estado podría concluir con números similares a los de 2012, cuando hubo 6.3 asesinatos por día.

A este panorama se suman otros conflictos sin resolver: la pugna entre policías comunitarias, en especial de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG) y el Frente Unido para la Seguridad y Desarrollo del Estado de Guerrero (FUSDEG), el caso de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa y bajar los indicadores delincuenciales elevados.

El gobernador dijo en una entrevista previa con EL UNIVERSAL que Guerrero era “una jaula chica con dos tigres”. Sobre esto, asegura: “Sigue más o menos igual. El gobernador metido en todo, no soy un gobernador ausente, no soy un gobernador irresponsable, no soy un gobernador que no da la cara o que ande en la fiesta”.

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