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Nahuatzen.— Integrantes del sector indígena de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) y pobladores de la comunidad de Arantepacua, municipio de Nahuatzen, liberaron ayer 93 automotores, de los 200 retenidos desde hace más de dos meses, en la región Meseta Purepecha.

Aproximadamente a las 18:00 horas se informó que sólo liberarían unas 15 unidades, pero el saqueo de camiones comerciales por parte de pobladores originó disputas entre habitantes, maestros y autoridades comunales.

En la refriega salieron a relucir armas de fuego y machetes, tanto para evitar el robo como para perpetrarlo, por lo que miembros de la CNTE y autoridades comunales decidieron detener el enfrentamiento y permitir la salida a todas las unidades retenidas.

En represalia, a menos de 5 kilómetros de Arantepacua, los normalistas bloquearon el acceso a Turícuaro, donde tienen su trinchera y mantienen retenidas más de 100 unidades.

La liberación de unidades, dijeron los integrantes del sector indígena de la CNTE, es para distensar el conflicto magisterial y de normalistas con el gobierno del estado.

Por la noche, la trinchera ubicada en esta zona de la Meseta Purépecha, quedó vacía y tanto los autobuses de pasajeros, tráileres y madrinas que trasladan automóviles nuevos, como camionetas y coches comerciales fueron conducidos de regreso a sus empresas por los propios choferes.

Entre las unidades se encontraban dos pipas de Pemex con material peligroso y 14 autobuses de diferentes líneas de transporte, como Parhikuni, ETN y Ómnibus de México.

A casa, después de 33 días. Andrés Hernández Hernández, quien desde hace más de un mes fue retenido con el autobús que conduce, mostró su alegría y, con sentimientos encontrados, aseguró que ahora en lo único que piensa es en volver a abrazar a su familia.

“Gracias a Dios me siento bien, porque ya vamos a volver a ver a la familia y regresar a trabajar como nos corresponde”, expresó el chofer con un semblante de agotamiento y felicidad.

El empleado de la empresa Primera Plus transitaba por la autopista de Occidente México-Guadalajara cuando fue interceptado por un grupo de personas desconocidas que bajó a los pasajeros y se apoderó de su unidad, junto con la que lo trasladaron a la trinchera, donde vivió 33 días.

Reveló que los momentos más difíciles durante ese tiempo fue en las noches, ya que a pesar de que no sufrió maltrato por los comuneros o profesores, “aquí llega gente que no conoce uno, es lo más intrigante con el temor y el miedo de qué nos pueden hacer, pero bendito Dios todo bien”.

Las 93 unidades salieron una a una de este predio localizado sobre la carretera Nahuatzen-Uruapan, lo que fue certificado por un notario, pues los docentes y comuneros se aseguraron de que los choferes y los vehículos salieran en las mismas condiciones en las que se encontraban.

“No queremos que si ahorita son liberadas, después vayan a decir que las regresamos saqueadas o que los choferes estaban golpeados o en malas condiciones. Esto lo hacemos como un gesto de cortesía a los acuerdos que hay con el gobierno del estado, pero si no cumplen nuestras demandas, volveremos a movilizarnos y a radicalizar acciones”, advirtió un representante.

Mientras, en Turícuaro, comunidad colindante con Arantepacua, los normalistas se resistieron a liberar otro grupo de vehículos que robaron con violencia —según las autoridades— y que aún mantienen retenido.

De las casi 110 unidades que desde el pasado 16 de junio tienen retenidas, han incendiado 15 en diferentes puntos de la entidad, algunas incluso las han usado para realizar bloqueos.

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