“Decía que no tenía miedo de buscar a su hija”

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Veracruz.— Desde aquel 21 de mayo de 2011, José de Jesús Jiménez Gaona inició una búsqueda y lo hizo hasta el final. No tenía miedo porque le habían arrebatado su objetivo en la vida: su única hija.

Junto con otros tres amigos (dos hombres y una mujer), su hija Jenny Isabel Jiménez Vázquez, de 23 años de edad, desapareció en calles de Poza Rica, cuando se trasladaban en una camioneta a comer tacos. No la volvieron a ver.

Desde entonces su padre emprendió una lucha para ubicarla, pero la muerte truncó su propósito.

“Siempre decía que no tenía miedo, que si las autoridades de Poza Rica tenían miedo, él no, porque era su única hija y su objetivo de vida y que la buscaría hasta el final”, recuerda el presidente de la organización Familiares en Búsqueda María Herrera, Juan Carlos Trujillo.

José de Jesús fue asesinado en calles de Poza Rica, atacado con rifles de asalto cuando viajaba en su vehículo junto con su esposa.

Los informes de la Fiscalía Especializada de Atención de Denuncias por Personas Desaparecidas revelaron que se tenía un registro de 2 mil 667 personas sin localizar en Veracruz.

La cifra en los últimos dos años se redujo al haber sido halladas mil 914 personas, lo que ubicó a Veracruz en los primeros lugares a nivel nacional en porcentaje de efectividad de localización, con 72%.

Pero aún siguen desaparecidas 753. Hace un mes, José de Jesús decidió encabezar la apertura de una oficina de Familiares en Búsqueda María Herrera e integrarse a la Brigada Nacional de Búsqueda de Personas Desaparecidas.

La semana pasada tuvo su primera interlocución con el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría de Gobernación, Roberto Campa, y con el fiscal general del estado, Luis Ángel Bravo.

“Tenemos rabia y coraje”, agrega el líder nacional de esa organización. Culpa de lo sucedido a la procuradora general de la República, Arely Gómez, quien se niega a atenderlos y los remite a las policías locales a realizar la búsqueda, cuando esas corporaciones, denunció, son las que han levantado a sus familiares.