El rector de la Universidad Autónoma de Guerrero (UAG), Javier Saldaña Almazán, consideró que la propuesta del gobernador guerrerense, Héctor Astudillo Flores, de legalizar la amapola con fines medicinales y científicos, “es viable, pero acompañada de una redefinición de la política pública, que impulse proyectos productivos para frenar la emigración de habitantes de las comunidades rurales”.

Agregó que de llegar a legalizarse la siembra de amapola con fines medicinales y científicos disminuiría en miles de hectáreas la siembra de este enervante porque dijo: “con una hectárea que siembren los campesinos con fines medicinales obtendrían más ingresos y sin correr riesgos”.

El rector indicó que como habitante de la sierra conoce el problema de la siempra de enervantes y sostuvo que no hay sierreño que no haya sembrado la amapola, por lo que aseguró que el problema existe y debe buscarse su legalización, pero acompañada de la elaboración de proyectos productivos para producir durazno, peras, manzanas, naranjas y aguacates, en los que estudiantes y profesores de la UAG, con experiencia en estas actividades productivas, podrían participar.

Aseguró además que con esa redefinición de la política pública, permitiría incluso detener la emigración de habitantes hacia las ciudades, debido a la falta de proyectos productivos, educativos y de seguridad, que ha provocado el desplazamiento de cientos de familias campesinas hacia las ciudades.

Incluso dio a conocer que luego del desalojo de la autopista Cuernavaca-Acapulco, por parte de policías antimotines federales, el jueves de la semana pasada, el Consejo Universitario de la UAG, ya autorizó destinar el tres por ciento de la matrícula para los hijos de los habitantes de la sierra de Guerrero, porque solo terminan la secundaria y esto los obliga a dedicarse al cultivo de enervantes.

Y recordó en ese sentido lo que su mamá les dijo a sus hermanos mayores, que si ya no querían seguir estudiando después de terminar la educación secundaria, que mejor se fueran a Estados Unidos de Norteamérica (USA), “porque si no los van a matar y se fueron para allá, pero si no lo hubieran hecho, estarían sembrando la amapola o haciendo cosas que no deberían hacer…”

Dijo que el problema de la siembra de mariguana y amapola en el Filo Mayor y la Montaña de Tlapa, existe, no se puede ocultar, “yo como sierreño, puedo decir que no hay un sierreño que no haya sembrado enervantes, porque lamentablemente no ha habido las oportunidades que se requieren como programas productivos y de educación”.

Por esa situación, aseguró que la propuesta de legalizar el cultivo de la amapola, “es una buena medida en la que los universitarios podrían intervenir elaborando los proyectos productivos, para cambiar el rumbo de la historia de violencia en Guerrero”.

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