Ayer, Irineo Álvarez amaneció con una angustia diferente al enterarse de la captura de Joaquín El Chapo Guzmán.  El actor encarna al capo en la película El escape del siglo, lo cual  le ha provocado una sensación peculiar:  “Sí, puedo decir que el jueves eran otras mis angustias, ahora son diferentes”, explica a  EL UNIVERSAL.

El filme se estrena el 15 de enero pero es sólo la primera de cinco partes con las que Irineo tiene contrato. Lo asombroso es que la segunda que  se filmó narra su recaptura, tal y como sucedió ayer en la realidad.

“Es impresionante porque la escena que se está viviendo (la recaptura de El Chapo)  ya la hice; ni siquiera yo he visto la película, sabía que se estaba haciendo la edición en Los Ángeles”, afirma el actor, quien no descarta que los productores  podrían darle un giro.

En su opinión toda acción tiene una consecuencia y de esto es lo que habla la película dirigida por Axel Uriegas.  Por eso no se mostró tan sorprendido con la noticia de que el gobierno mexicano atrapó a Guzmán Loera.

“No me extraña, pero hacerlo en una película y al mismo tiempo verlo en la vida real me rebasa. Está basada en hechos reales de su fuga y ahora el hecho es la captura. Me tocó encarnar a un Chapo que es negociador con grandes figuras mexicanas, estadounidenses; vemos qué piensa, cómo siente, cómo se enamora, qué es lo que lo ilusiona y también qué le da temor o cómo son sus momentos solitarios. Vemos a un ser humano y al hombre fuerte y peligroso”, dice.

La próxima semana inician grabaciones de la tercera parte, de la cual optó por no revelar la trama.

Respecto a su angustia, confiesa que ahora tiene una conciencia de las consecuencias de interpretar a El Chapo.  Aunque dice no arrepentirse de aceptar el proyecto, sí cuida aspectos sobre su seguridad personal.

“Seguramente los cuidados se tendrán que triplicar. Se cuidó lo mismo que en otros proyectos que he estado, como que (la producción) te lleva  a tu casa, te recogen y se encargan de saber que estás bien o que no se filtre información, eso no me es tan extraño. Lo extraño fue cuando se lanza el tráiler y  entonces mi vida cambia.  El peso me ha rebasado por lo fuerte que es él y por quién es”, dice sin querer revelar qué cosas han cambiado en su vida. “Por la  paranoia”, acepta.

Afirma que lo primero que cruzó en su mente al ver la noticia es si esta captura era favorable o no para la película o su trabajo.  Enfatizó que  busca  que la historia hable por sí sola y que al público le interese conocer un poco más de este controvertido personaje.

Contrario a su trabajo en series de este tipo como El Señor de Los Cielos o Fortuna, donde también interpretó  al  Chapo, ahora todo ha cambiado. “No es lo mismo hacer a un narcotraficante que ya falleció o que no está en el panorama a hacerlo a él. Se  me enchina la piel al ver cómo es que (al actuar) logré cruzar líneas que en mi vida no haría.  Cuando lo hice fue como un trabajo actoral, ahora es muy diferente,  me cayó el veinte”.

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