cesar.huerta@eluniversal.com.mx

Para pisar un escenario teatral se sufre y más si es un musical, la muestra es que a Luis Medina le costó hacer 17 años televisión, para estar no solamente en una obra, sino en ser protagonista de ella.

El maestro de baile en el programa Hoy se integró a la puesta de Dirty Dancing, basada en la película ochentera, interpretando el personaje que en su momento recayó en el desaparecido Patrick Swayze.

Como la gente, dice en entrevista, desea ver al mítico Johnny Castle, Medina vio en múltiples ocasiones el filme, para emularlo.

“No es algo que estemos creando, el personaje existe, al final está bien definido y tiene ciertas características que la gente conoce, (el público) viene a ver una recreación de Johnny, lo que conoce”, considera.

Aclara a pregunta expresa:

“En realidad no es un musical como tal sino un evento, no es una historia contada con canciones”.

Dirty Dancing se ubica en el verano de 1963, cuando Estados Unidos atraviesa una lucha antirracista encabezada por Martin Luther King o la guerra fría entre la entonces Unión Soviética y el país de las barras y las estrellas. se encuentra en un momento álgido.

De ahí que algunos de los personajes sueñen con cambiar al mundo y los bailes con presunto contenido sexual, sean mal vistos por la sociedad dominante, por padres de familia.

Johnny es un bailarín que conoce, en un campamento, a una adolescente a quien comienza a dar clases de baile, al mismo tiempo va enamorándose profundamente de ella.

Medina subraya que todos los actores contaron con el visto bueno de Eleanor Bergstein, la escritora original del filme.

“Ella decidió que yo hiciera a Johnny. tras el casting.

“También es un reto actoral, porque él trae una historia que viene de las calles, muy dura y de repente encuentra en Baby alguien que lo va ablandando poco a poco”, destaca Medina.

La película fue tan exitosa en su estreno comercial de 1987 que de ella se derivó en una gira en forma de obra, contando con las canciones originales entre ellas “(I’ve had) The time of my life”, que era el tema principal, “Hungry eyes”, de Eric Carmen y “Be my baby” con Ronnie Spector.

A la versión mexicana le quedan aún ocho semanas de funciones, en un teatro de Polanco.

Medina se ha visto sorprendido, asegura, por la reacción de lo asistentes que es distinta cada noche.

“A veces se ríen donde uno no cree que lo hagan o aplauden también, son reacciones diferentes”, apunta.

Google News

Noticias según tus intereses