Pancho Varona

ahora es ¡Panchito Panchito! o Sargento Pancho Varona para el público mexicano. Cuando subió al escenario del Voila Acoustique este miércoles, confesó su nerviosismo por estar en el país sin Joaquín Sabina, Antonio García de Diego y Mara Barros, también confesó que todos sus amigos lo llaman así, ¡Panchito Panchito!.

El nervio se esfumó en seguida. Pancho tomó su guitarra, dio un trago al tequila y sumergió a todos en el mar de Historias de Canciones que ha vivido sin dejar de lado el sentido del humor que lo caracteriza.

“Yo siempre digo en estos conciertos que mientras más hable y menos cante mejor para todos”, soltó y con humildad transparente compartió que las canciones del repertorio de esa noche eran esas que también le pertenecen un poco.

Varias de las que sonaron han sido resultado de la mancuerna de casi cuarenta años con Joaquín Sabina, pero Varona también ha sido parte fundamental para canciones de Ana Belén, Ana Torroja, Quique González, Pedro Guerra y muchos más que aparecieron en sus historias.

Contó de la vez en que Joaquín pasó una noche de amor con una chica. Al día siguiente regresó con la letra de una canción -pero sin la chica- y le pidió que la musicalizara. Así nació Peor para el sol (Física y química, 1992).

¿Por qué Subcomandante Marcos y no comandante?

Otra de las anécdotas ocurrió en los 90, ni Pancho ni Sabina se perdían los comunicados del subcomandante Marcos, leían entusiasmados lo que escribía de sociedad y política, encontrando siempre en sus letras una gran carga poética. En uno de ellos -platicó Pancho-, el subcomandante se declaraba fan de Joaquín y le decía ’Señor Sabina, me he enamorado de una chica aquí en la selva’ y Joaquín no se lo podía creer, menos porque ambos lo seguían mucho antes de saber que Marcos era su seguidor.

Como quería enamorar a esa chica -también fanática de Sabina- se le ocurrió escribir unos versos para que Sabina musicalizara. “Yo se la canto, la enamoro y todos contentos”, decía el chiapaneco.

“La respuesta de Sabina -contó Pancho- fue de ‘Este tío está loco, además, ¿por qué se habrá puesto subcomandante pudiendo ponerse comandante?’, y me dijo que por supuesto que no le pondría música a esos versos. Yo respondí ‘¡Esta es pa mí!”. Cuando Varona hizo la música, la grabó y la mostró a Sabina Joaquín se convenció y hasta le agregó la segunda parte.

“Como la primera parte de la letra está escrita por el subcomandante Marcos, la segunda está escrita por el general Sabina -subgeneral no, él se puso general-, y la música es del sargento Varona”, dijo bromeando. La canción es "Dolor de muelas".

La obsesión por el nombre de subcomandante en lugar de comandante les duró meses, hasta imaginaban que Marcos iba a verlos de incógnito a sus conciertos en Chiapas. Incluso se cachaban hablando bajito hablando de Marcos.

"Tengo una pistola", "Ruido" y "Más de cien Mentiras" sonaron en el Voila. Pancho también cantó "Cuando aprieta el frío", el resultado de otra obsesión de ambos: sonar mexicano.

“Y por una vez lo conseguimos”, dijo el español antes de cantar este tema incluido en el disco "El hombre del traje gris".

Tuvo su lugar "Por el Boulevar de los sueños rotos", canción que Sabina escribió para Chavela Vargas, todo acompañado siempre del coro de un público que de tanto en tanto le gritaba ¡Panchito, Panchito!

En el libro "Sabina En carne Viva, yo también sé jugarme la boca" (Ediciones B, 2006), Joaquín Sabina responde a Javier Menéndez ‘¿Quién crees, Joaquín, que es la persona que más o mejor te conoce?’.

-“[Silencio larguísimo.] Si hablamos de escenarios y gatillazos, creo que Panchito Varona. En otros terrenos no sabría muy bien lo que contestar. ¿Jimena? Ella conoce a un Sabina, pero no conoce para nada al que fue. Jimena se enamoró de un borracho/ drogadicto y un año después ya no era drogadicto, sólo borracho. ¿Callejero? no. Putero tampoco. Nada. Panchito sí tiene todo ese arco”.

En otra parte del libro, comenta:

“Pancho Varona, mi hermano y sin embargo amigo, no es un gran instrumentista que brille por su digitación. Lo que tiene Pancho es que es un extraordinario músico que tiene una cabeza perfectamente diseñada para transmitirles a mis otros músicos el alma de las canciones que yo quiero hacer”.

Por ello, aunque una de las frases recurrentes de Varona para hablar de su trabajo con otros artistas era “Hay vida después de Sabina pero no es vida”, tal vez uno no se pregunta lo que sería de Sabina sin Panchito, Panchito.

Varona también forma parte del concierto Noches Sabineras, pero esta es la primera vez que se presenta en México con Historias de Canciones. El 11 de agosto cantará en Guadalajara, 12 Celaya, 16 Guatemala 18 Zacatecas y 19 en Tijuana.

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