B.B. King estaba sentado detrás del escenario del Teatro Metropólitan en su visita a México en 1996. Con un perfil relajado (ya no tenía ni su traje ni su corbata) accedió a firmar una réplica de su famosa Gibson apodada “Lucille”. Bebía whisky y, en una charola, se podían ver sandwiches de jamón con queso pero sin las orillas.

El Rey del blues falleció el jueves a los 89 años de edad en la ciudad de Las Vegas a las 21:40 horas. A la luz de esta noticia el crítico musical y ex ejecutivo de varias disqueras, Jorge Soto recuerda esta imagen de King en el Metropólitan del DF. Ahí, el músico decidió platicarle a Soto por qué el nombre femenino de su guitarra, de la que regaló una al papa Juan Pablo II.

En los 50 King tocaba con su banda en un antro hecho de madera en la ciudad de Arkansas, hacía mucho frío así que en diferentes partes había lámparas con petróleo colgadas para calentar el lugar. Dos hombres comenzaron a pelearse, cayó una lámpara y todo comenzó a arder.

Soto recuerda que King le contó: “Todos corrimos para afuera y en un momento me acordé que mi guitarra estaba adentro así que me metí entre las llamas a buscarla. Al día siguiente supe que la pelea era por una mujer que trabajaba ahí de nombre Lucille y le puse ese nombre para recordar nunca más hacer esas ‘pend...’ que pusieran en peligro mi vida”.

Además de entrar en el Salón de la Fama del Rock and Roll en 1987, el intérprete de temas como “The Thrill Has Gone”, “You Upset Me Baby” o “Blind love” con casi 60 años de trayectoria artística, 50 discos y 16 premios Grammy logró salir de la plantación de algodón donde trabajó los primeros años de su vida para convertirse en leyenda.

Riley B. King (su verdadero nombre) nació el 16 de septiembre de 1925. Se dio a conocer como Beale Street Blues Boy más tarde lo cortó a Blues Boy King y finalmente a B. B. King. Se dio a conocer por su manera de tocar la guitarra en cuanto a doblar las cuerdas se refiere creando un estilo único incorporando sonidos del blues, el swing y el pop.

Después del Metropólitan, Jorge Soto tuvo otro encuentro con él: “Lo vi en Nueva York, su camión estaba acondicionado con un cuarto pequeño que tenía un sofá cama y un buró.

“Tenía muchos discos de un guitarrista belga llamado Django Reinhardt y cuando le pregunté, me dijo que era un tipo extraordinario al cual admiraba. Me llamó la atención que un ídolo de ídolos era fan de otro guitarrista”.

Los mexicanos Jesse & Joy contaron también su relación con la música de B.B. King: “Hoy partió uno de los grandes. Aún recuerdo cuando era niño y mamá estaba escuchando algo que me llamó la atención, sonaba triste pero a la vez me hizo sentir bien y cuando le pregunté quien era, me dijo en inglés: ‘Esa música es llamada blues y es B.B. King, el rey del blues’”.

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