Lo decía Bob Dylan. “Nueva York es una ciudad en la que podrías morir congelado a mitad de la calle y nadie lo notaría”. Cosmopolita y glamorosa al mismo tiempo, es una ciudad en la que siempre caben lo mismo famosos que mendigos. Para muestra, el Metro.

Las complicaciones para usar auto o taxi han hecho que muchos actores y cantantes aparezcan en el transporte público de Manhattan y, como decía Dylan, nadie los nota.

A diferencia de otras ciudades —incluso de Estados Unidos, como Los Ángeles, donde los famosos lidian a diario con los papparazzi y los fans— Nueva York le da a los actores la comodidad de trasladrarse a zonas como Broadway (la capital del teatro) sin necesidad de usar el auto y viajando en Metro como cualquier neoyorquino.

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