Tokio.— Una película japonesa es presentada como una refutación al documental ganador del Oscar The Cove, que muestra de manera gráfica la matanza de delfines en el pequeño pueblo de Taiji.

Behind The Cove incluye entrevistas con las autoridades japonesas para la caza de ballenas e imágenes de un festival de caza de ballenas y víctimas de la bomba atómica de Hiroshima para contrarrestar lo que la directora Keiko Yagi opina que es una dosis injusta de “vapuleo a Japón”.

Su película argumenta que la carne de ballena proporcionó alimento en los años austeros que siguieron a la derrota de Japón en la Segunda Guerra Mundial y que frecuentemente era servida en los almuerzos escolares. La práctica se ha hecho obsoleta, y la mayoría de los japoneses por estos días nunca han comido carne ni de delfín ni de ballena.

“A menos que podamos respetar nuestras respectivas culturas alimentarias, la guerra será una historia sin fin”, dijo Yagi a reporteros tras una presentación de su cinta en Tokio.

La realizadora filmó a cazadores de ballenas retirados rememorando viejos días, pero no a cazadores de delfines de hoy ni a personas involucradas en el lucrativo negocio de la venta de delfines a acuarios y espectáculos marinos en el extranjero.

The Cove ganó el Premio de la Academia al mejor documental en el 2009. Se refirió ampliamente a la industria de los acuarios e incluyó imágenes obtenidas a escondidas de pescadores de Taiji en pequeños botes, moviendo a delfines hacia contenedores, asustándolos con sonidos estruendosos y acuchillándolos hasta matarlos, mientras los delfines se retorcían y el agua se tornaba roja.

Yagi, quien reconoció que ni siquiera tenía un tripié hasta la mitad de su primera película, estaba encantada de que la gente aceptara hablar en cámara; su filme es mayormente una cadena de entrevistas.

Entre los entrevistados están el astro y el director de The Cove, Ric O’Barry y Louie Psihoyos, así como miembros de Sea Shepherd, un grupo de activistas contra la caza de delfines y ballenas.

O’Barry admite que habría incluido a más gente japonesa en The Cove si él lo hubiera dirigido. Entrenó delfines en los 60 para la serie de tv Flipper, pero cambió de actitud y desde entonces dedica su vida a defender a estos animales.

Psihoyos dice que no aprueba acosar al pueblo japonés.

Los activistas de Sea Shepherd parecen amigables en sus entrevistas. Tanto O’Barry como Psihoyos declinaron hacer comentarios a The Associated Press. Argumentaron que no habían visto aún el filme.

En entrevistas previas, ambos dijeron que querían señalar la crueldad de la matanza de delfines. Dijeron que sólo un pequeño grupo de personas en Taiji se beneficia de la matanza y sugirieron otras formas para ayudar a la economía local, como el turismo. No hay planes de estreno inmediatos para la película de Yagi. AP

Google News

Noticias según tus intereses