viridiana.ramirez@eluniversal.com.mx

Dunas, manglares, lagunas y tres hoteles forman parte de Mayakoba. A tan solo 15 minutos de Playa del Carmen, este santuario ecológico demuestra que el lujo puede ser una amalgama perfecta de   la naturaleza. Y para disfrutarlo, nada mejor que hacerlo en compañía de tu pareja, con quien podrás navegar más de 15 kilómetros de canales internados en la selva.

Manos curativas
Rosewood es más que un hotel de 195 habitaciones donde las celebridades duermen. Se sitúa dentro de una isla y esto permite que los huéspedes experimenten de cerca las costumbres de la cultura maya.

A través de un  ritual de medio día, un chamán restaura el balance y armonía del cuerpo, mente, emociones y espíritu. La pareja de enamorados inicia la travesía con una ceremonia al sol, que consiste en un saludo a los puntos cardinales acompañado de música, cantos  e incienso.

En la privacidad que solo la selva puede brindar, se sumergen en un cenote cargado de azufre, sílice, cuarzo y alga azul. Al salir del agua, continúan  con un masaje a base de infusiones con hierbas mayas o  con un baño de temazcal. El resto del ritual se reposa en camastros cobijados por la sombra de una ceiba y bebiendo té.

www.rosewoodhotels.com

Navegación en cámaras de aire
La aventura hacia  la zona arqueológica de Muyil, en la Reserva de la Biósfera de Sian Ka'an, comienza en el hotel Fairmont con un viaje por carretera de hora y media con desayuno incluido.

Al llegar, un guía  interna a los visitantes en la selva a través de los sac beh (caminos blancos),  hasta llegar al Palacio Rosado y el Castillo, vestigios de un muelle comercial maya.

Después, realizan una caminata hacia la laguna de Muyil,  utilizada por los mayas como ruta comercial de sal, goma, miel e incienso. Para seguir escuchando la historia, los aventureros  abandonan el bote para tumbarse sobre cámaras de aire transparentes y así continuar un trayecto de 11 kilómetros flotando en el agua. www.fairmont.mx

Bajo la mirada de Ixchel

Para ver el despertar nocturno de la selva, el hotel Banyan Tree ofrece un recorrido privado en trajinera llamado Ixchel, que significa en lengua maya “diosa de la Luna”.

La embarcación se interna en los canales del complejo para ofrecer una cena privada bajo las estrellas. Está acondicionada con cojines y  mesa. Un chef se encarga de servir los platillos y vinos mientras la pareja contempla el paisaje con binoculares infrarrojos, capaces de detectar la presencia de algún  jaguar. La travesía dura cuatro horas, con recesos para escuchar la sinfonía de grillos y sapos. www.banyantree.com

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