No se te ocurra decir una “palabrota” porque los duendes podrían hacerte una travesura dentro de las minas La Guadalupe y San Antonio. Algunos de los hombres que trabajaron en estos yacimientos -que ya no están en funcionamiento- se convirtieron en guías. A cada visitante le dan un casco y lámpara de mano. Los conducen a través de túneles estrechos para explicarles el proceso de extracción de la plata y el cuarzo, contarles cómo eran las condiciones laborales de un minero y asustarlos con leyendas en la penumbra.

En las minas hay humedad y se siente frío, así que conviene llevar puesto un suéter o una chamarra. Además, es fácil tropezar.

El recorrido tiene una duración de hora y media. Desde el centro de Mineral del Chico es fácil llegar, ya sea caminando o en taxi. La distancia es dos kilómetros. La Guadalupe y San Antonio se ubican en el Área Natural Protegida y Parque Nacional El Chico, Hidalgo.

El bosque abarca territorio de Mineral del Chico, Real del Monte y Pachuca. Es ideal para un fin de semana, para quienes les gusta acampar o dormir en una cabaña, hacer caminatas y actividades de aventura, como bicicleta de montaña y rappel.

Una de las opciones de acampado es la zona de Las Ventanas. Su nombre se debe a una peña. Al oscurecer se escucha como el viento choca con fuerza contra una barrera de pinos, encinos y oyameles.

Los viajeros con suerte se topan con alguna zorra gris, un cacomixtle o armadillo. Se han encontrado hasta víboras de cascabel. La vegetación es muy espesa y abarca toda la gama de verdes. Los caminitos de tierra no representan un gran esfuerzo para los menos atléticos. Se han trazado cerca de 20 kilómetros de senderos. Es una zona segura, resguardada por guardabosques. Además, hay aproximadamente 200 formaciones rocosas que se pueden escalar, para ello es necesario contactar a las autoridades del parque, ellos recomiendan guías certificados.

A menos de media hora se localiza HGO-Adventures, un centro ecoturístico. Su principal atractivo es la Vía Ferrata, un recorrido a más de 200 metros de altura en el que se pone a prueba la valentía y condición física por más de tres horas. En la roca de la ladera de un cerro se instaló toda una infraestructura con puentes colgantes y escalerillas de metal para escalar, descender a rappel y brincar al estilo de Tarzán.

PUEBLITO MÁGICO
Dejemos el vértigo a un lado. En el corazón de este corredor montañoso se ubica el Pueblo Mágico de Mineral del Chico. Casitas con techo de dos aguas, pintadas de azul, rosa y verde bordean su plaza principal, con una fuente de hierro al centro. Si levantas la mirada verás en la cima de la iglesia un viejo reloj fabricado en el mismo taller que elaboró el Big Ben de Londres. Por las tardes, en las calles empedradas, los pastores llevan su rebaño de vuelta a casa.

En el mercado prueba las tradicionales quesadillas gigantes de 40 centímetros. La barbacoa está para chuparse los dedos. Y para acompañar la comida pide una “tachuela”, el trago típico, preparado con vino tinto y coñac, servido en un caballito y con una galleta María. Con 100 pesos quedas más que satisfecho.

Cómo llegar. ADO te lleva desde la ciudad de México a Pachuca por 196 pesos, viaje redondo. Una vez en la capital hidalguense ve a la terminal de transporte público que se encuentra junto al mercado Benito Juárez. De ahí salen los colectivos que te llevan a Mineral del Chico, recorres 19 kilómetros. El viaje hasta el punto final dura menos de tres horas.

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