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Houston.— Enseguida de que el comisionado Roger Goodell confirmó que los Patriots de Nueva Inglaterra viajarán a México para enfrentar a los Raiders de Oakland, el Sindicato de Jugadores de la NFL (NFLAP, por sus siglas en inglés), urgió a la liga a revisar el césped del Estadio Azteca, que causó estragos en la experiencia de noviembre de 2016.

“El señor Goodell dijo que sí a volver a México. Esperemos que el campo esté mejor”, emitió la NFLAP en su cuenta de Twitter.

Entre varias jugadas, una causó enojo en los Texans que visitaron la Ciudad de México el 21 de noviembre pasado. El receptor DeAndre Hopkins salió en trayectoria y tras realizar un corte y prácticamente quedar libre para tomar el balón, se resbaló a causa del pasto. Una jugada que pudo ser grande se quedó en la nada para Houston, que esa noche perdió 20-27 con los Raiders.

“Nos fijamos en ese y en todos los juegos internacionales de la misma manera. Nos preocupamos por la salud y la seguridad de nuestros jugadores. En lo personal estoy encantado de que haya un juego en México, creo que hay una tremenda base de aficionados. Están entusiasmados. Pero en lo referente a nuestros jugadores y su seguridad, siempre nos concentramos más en eso que en el juego y siempre vamos a involucrarnos en todo tipo de análisis, ya sea de viaje o de las condiciones del campo para asegurarnos que estén a salvo”, declaró DeMaurice Smith, presidente ejecutivo de la NFLAP.

La campaña pasada, la NFL exigió a los administradores del Estadio Azteca que entregaran el inmueble con por lo menos 15 días de anticipación para corroborar que cumpliera sus lineamientos.

“Siempre son puntos a mejorar en todos los estadios en los que jugamos en el mundo. Siempre buscamos la seguridad de nuestros jugadores, queremos que no exista ningún problema para ellos. Vamos a concentrarnos en mejorar las condiciones”, externó Mark Waller, vicepresidente de NFL Internacional.

En el principio del partido entre los Texans y los Raiders, primer Monday Night que se disputó fuera de Estados Unidos, varios jugadores resbalaron, en un deporte donde la explosividad y los segundos de ejecución son determinantes.

“Hemos tenido consultas y respondido preguntas en el pasado, y si surgen algunas nuevas en el futuro, haremos lo mismo para tratar de dar nuestra experiencia para establecer las condiciones necesarias para un campo de futbol americano”, detalló DeMaurice Smith.

Por fortuna para los dos equipos y para México, ningún atleta sufrió alguna lesión. Situación que no puede presumir el ex pateador Shaun Suisham, miembro del comité ejecutivo del Sindicato de Jugadores.

En el partido del Salón de la Fama de 2015, el primero de pretemporada, Suisham se rompió los ligamentos cruzados de la rodilla izquierda, poniendo fin a su carrera de 12 temporadas en las que jugó con Steelers, Cowboys y Redskins.

“México es uno e nuestros hogares alrededor del mundo. Necesitamos crear un ambiente que sea seguro para nuestros jugadores. Pasto artificial no siempre es lo mejor porque los materiales son muy duros, Debemos tener cuidado con los campos que no tienen el mantenimiento necesario, por el bien de nuestros jugadores”, advirtió el ex pateador Shaun Suisham.

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