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Joselito Adame salió adelante del fuerte compromiso que representaba encerrarse con seis toros en la Plaza México.

Ayer lunes, ante una regular entrada, el torero de Aguascalientes se mostró oficioso y variado en los seis turnos. Sus mejores momentos los alcanzó con el segundo de la tarde, un toro noble de la Ganadería queretana de Teófilo Gómez. En los magníficos naturales, desde aquí hasta allá, alargó al máximo las embestidas y supo manejar la muñeca para rematar aquellos viajes colaboradores.

Recibió dos orejas, pero por el defecto en la estocada resultaron excesivos ambos trofeos. Además, el juez Enrique Braun galardonó exageradamente al toro, que embestía con la cara alta, con el arrastre lento.

Joselito fue exigido por el encastado ejemplar de Montecristo corrido en quinto lugar y echó el resto con decisión en el último capítulo ante un imponente toro de Barralva. Una oreja más añadió a su cuenta tras una meritoria faena.

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