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Cuando el casco con los colores verdeamarelos aparece en las pistas acompañado del nombre de Senna, es inevitable pensar en Ayrton, el legendario piloto brasileño tricampeón del mundo. Una situación que sucede cada que Bruno corre.

Se trata del sobrino del legendario piloto paulista. En homenaje a su familiar y gran héroe, porta con orgullo dicho casco, con la alegría de saber que su propia carrera en el automovilismo es un homenaje para perpetuar el nombre de la leyenda fallecida de Fórmula Uno.

Bruno Senna se dio un tiempo para hablar con EL UNIVERSAL sobre sus raíces, unos días antes de participar en las 6 Horas de México, en el Autódromo Hermano Rodríguez, en fecha puntuable para el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC, por sus siglas en inglés).

—¿Qué tanto pesa portar el apellido de Senna?

—Primeramente, es siempre un honor tener el apellido porque siento una energía muy buena y cálida por parte de los aficionados. El usar un casco parecido al de mi tío y llevar su legado sirve para que nuevas generaciones conozcan su historia. Que se interesen de la persona que fue y la conozcan. Es una sensación y propósito muy personal, que al mismo tiempo me es gratificante.

Al mismo tiempo, claro que es mucha presión y por momentos se viven dificultades con las comparaciones que me hacen con Ayrton, pero en el deporte motor siempre vives con mucha presión de dar resultados positivos, así que un peso más no hace diferencia en mí. He aprendido a lidiar con esas presiones. No fue fácil al inicio, pero ahora ya lo sé sobrellevar.

—¿Cómo eran esas carreras en karts contra tu tío?

—Era muy divertido. Tenía como ocho años cuando competíamos en los karts. La verdad es que se bajaba mucho de nivel para que le pudiera dar batalla [risas]. Ayrton era una persona que le gustaba enseñar con su experiencia. Me decía que si lo adelantaba por fuera de la curva iba a ver consecuencias, y cuando lo hacía, me echaba para afuera de la pista. Era diversión pero al mismo tiempo era aprendizaje.

—¿La enseñanza que más le valoras?

—Me hacen mucho esa pregunta y no tengo una respuesta concreta. Ayrton era una persona que enseñaba todo el tiempo con sus experiencias de vida. La cosa más importante que me dejó y para muchas personas es buscar ser una persona humilde.

—Este sábado corres en las 6 Horas de la WEC y con el equipo mexicano RGR Sports, y a lado de un piloto de casa como lo será Ricardo González. ¿Qué esperas de la carrera?

—Estoy contento de volver a México. Será la tercera vez que corra aquí. Lo que más me impresiona cada vez que vengo es la reacción de la gente. Son los mejores aficionados del mundo. Mucha gente en la pista, con energía, interesados de conocer los seriales.

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