Apenas se supo por segunda vez como vencedor del Derby de Kentucky y el veracruzano Mario Gutiérrez dejó ver una alegría desbordante.

“Con este triunfo he demostrado que mi victoria en 2012 no fue sólo debido a la calidad del caballo”, lanzó con orgullo Gutiérrez.

Décadas atrás, en unos establos de El Higo, Veracruz, Mario se introdujo al mundo de los caballos. Su papá trabajaba en un rancho azucarero y ahí empezó a montar. Para sus 14 años, tuvo su primera carrera por dinero.

Cuando cumplió la mayoría de edad se mudó a la Ciudad de México a casa de una tía en donde los recorridos al Hipódromo de Las Américas implicaban viajes de hasta dos horas.

Su habilidad en las carreras pronto llamó la atención. Así llegó a trabajar con el agente Rafael O’Dogherty y, con ello, empezaron a caer los triunfos.

Un día, Gutiérrez fue visto por el entrenador de caballos Terry Jordan. Le llamó la atención su talento para las carreras y lo convenció de mudarse a Vancouver y probar suerte en Canadá.

El jockey mexicano se mudó en 2006 y empezó a entrenarse en el Hastings Racecourse.

Conquistó los campeonatos de carrera en la mencionada pista en 2007 y 2008, lo que lo puso en el panorama internacional.

En 2012 se le invitó a montar a ‘I’ll Have Another’ con el que ganó la carrera de Robert B. Lewis Stakes en el Derby de Santa Anita Park en Arcadia, California.

Con esta victoria llegó al Derby de Kentucky en donde salió vencedor en lo que fue su debut en la mítica carrera, a sus 25 años. Le siguió el triunfo en Preakness Stakes, en su camino por la búsqueda de la Triple Corona.

Pero lesiones en su caballo no le permitieron competir en Belmont Stakes, lo que significó el término de su sueño por adjudicarse el triunfo en estas tres míticas carreras.

En este 2016, de nueva cuenta tiene esta oportunidad que ahora sí espera concretar.

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