Río de Janeiro.— Varias empresas de construcción amañaron sus propuestas de contratos para los estadios de la Copa Mundial de 2014, inflando los costos al cobrar de más por ciertas obras, de acuerdo con la entidad brasileña antimonopolios.

“Hasta ahora, hay indicaciones de que al menos cinco propuestas relacionadas con estadios de la Copa Mundial fueron amañadas”, dijo la entidad antimonopolios CADE en un comunicado.

Los cinco proyectos de estadios incluyen al famoso Maracaná de Río de Janeiro, donde Alemania derrotó a Argentina 1-0 en la final del Mundial de 2014. Los otros estadios nombrados en el comunicado del lunes están en la ciudad nororiental de Recife, y en Belo Horizonte en el sureste. Los otros dos inmuebles no fueron identificados.

CADE dijo que otros tres estadios usados en la Copa Mundial también podrían haber sido afectados por la corrupción. Fueron nombrados como lugares en Fortaleza, Natal y Salvador, todas ciudades ubicadas en
el noreste.

Brasil usó 12 estadios durante el Mundial, aunque la FIFA solo requería ocho.

Cuatro de los nuevos estadios remodelados fueron construidos en ciudades sin clubes de primera división y se han convertido en elefantes blancos. Están en Cuiabá, Natal, Brasilia y la ciudad amazónica de Manaos.

CADE dijo que obtuvo la información sobre las propuestas amañadas a través de un acuerdo de indulgencia con la empresa constructora Andrade Gutierrez. Dijo que las compañías se confabularon en un “acuerdo anticompetitivo” para inflar los precios de propuestas.

Ha habido muchos reportes sobre corrupción relacionada a los estadios del Mundial. También hay investigaciones pendientes que involucran proyectos de construcción vinculados con los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro, de este año.

Un análisis realizado el año pasado indicó que Brasil gastó cerca de 3 mil millones de dólares en construir y remodelar estadios para el Mundial. El 90 por ciento de los fondos de estos proyectos fue dinero público. Reportes indican que Brasil gastó unos 15 mil millones de dólares en general para organizar el Mundial, y más o menos lo mismo que para los Olímpicos.

Los gastos han sido ampliamente criticados ahora que Brasil cayó
en una profunda recesión. Varios estados, incluido el de Río de Janeiro, llevan meses atrasados en los
pagos a empleados públicos co-
mo maestros y empleados de hospitales.

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