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Muchos de los viajes que comenzaron en tierras australes tenían como objetivo cruzar el océano Atlántico, mas la escala en México resultó tan reconfortante que llegar a Europa finalizó como simple utopía.

Porque la hoy llamada Liga MX es uno de los refugios predilectos de los futbolistas argentinos, quienes hallan respaldo, estabilidad económica y hasta cariño en un país que casi siempre les resulta atractivo para vivir.

Los mejores ejemplos son quienes disputarán la final del Apertura 2016. Entre los Tigres (cinco) y el América (tres) aglutinan a ocho de los 66 jugadores nacidos en Argentina que fueron registrados para el certamen que está por terminar.

Casi todos marcan diferencia. De hecho, sólo Damián Álvarez no sería titular. Con los norteños, el portero Nahuel Guzmán, el contención Guido Pizarro, así como los atacantes Lucas Zelarayán e Ismael Sosa, son piezas clave en el esquema del entrenador Ricardo Ferretti. Por el lado azulcrema, el central Paolo Goltz, el volante Rubens Sambueza y el goleador Silvio Romero son indiscutibles para Ricardo La Volpe.

Muestra de la relevancia que tienen los elementos de esta nacionalidad, quienes representan 14.6% de los 450 hombres dados de alta para el segundo campeonato de este año. De los 17 clubes que pueden contar con alguno, ya que el Guadalajara sólo permite mexicanos, los Xoloitzcuintles de Tijuana y el Veracruz son los que más tienen (ocho cada uno); los Pumas son el único que no registró a alguno.

“El futbol mexicano es muy atractivo para jugarlo. Es un buen paso, a lo mejor, hacia otros países o Europa misma”, comparte Gabriel Caballero, quien hace dos décadas llegó a México para jugar con el Santos Laguna, entrevistado vía telefónica. “En Argentina también hay muchos jugadores, es un futbol muy competitivo y, al argentino en sí, le gusta la aventura y conocer o probar en diferentes ligas”.

“Por eso, también hay muchos argentinos que no tienen un gran nombre, pero vienen con mucha hambre y ganas de hacer cosas”.

Él es un ejemplo. Se adjudicó seis títulos de Liga (uno con los Guerreros y cinco en el Pachuca), además de una Copa Sudamericana, dos de Concacaf y un campeonato de goleo individual. Se naturalizó y jugó el Mundial Corea del Sur-Japón 2002 con la Selección Mexicana.

Aunado a la calidad y el beneficio económico, Caballero pondera el buen trato recibido.

“El futbol mexicano siempre se ha visto de muy buena manera en Sudamérica; al menos desde el tiempo en el que me tocó venir, México era un lugar donde todos teníamos ganas de estar, así es que una parte es eso. Después, a uno lo tratan bien”, subraya el ex atacante. “El argentino, de por sí, es adaptable a donde sea y acá, el cariño de la gente, cuando las cosas se dan, se valora y se te trata como uno más. Eso ha sido importante para todos los futbolistas que han pasado. A unos les va bien, a otros no tanto, pero es un país que da mucho”.

Lo que se refleja en la cantidad de argentinos que suelen llegar y marcar diferencia. El Apertura 2016 todavía no tiene campeón y los futbolistas de esta nacionalidad que disputarán la serie por el título podrían ser determinantes.

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