Querétaro.— El América encuentra un freno a su vuelo. Adiós a esa racha de cinco partidos de liga sin ganar y la posibilidad de sellar su clasificación a la Liguilla en esta jornada. Los Gallos Blancos encuentran en una obra de arte la forma de detener a las Águilas (1-0).

Yerson Candelo se enfiló hacia el área emplumada. Su velocidad contrastó con la lentitud de la zaga americanista que jamás pudo dar su paradero. Osmar Mares lo único que alcanzó a ver fue la espalda y el número del colombiano.

Una vez adentró del rectángulo resguardado por Hugo González, el ariete queretano engañó con un riflazo inclemente. Pero de sus botines salió una genialidad. Candelo picó el balón para hacer un “globito” hacia las redes (38’).

Estallido en el estadio Corregidora, porque esa diana significó una especie de resurrección de los Gallos Blancos y su sexto partido (cuatro triunfos en fila) sin perder con los azulcremas. La escuadra de Víctor Manuel Vucetich se resiste a la eliminación, al llegar a 16 unidades.

América (27 pts.) intentó reaccionar con la posesión de la pelota, con intentos impetuosos, mas con ausencia de imaginación y contundencia. Las Águilas no se quedaban sin anotar desde la jornada 1 del Clausura 2016, cuando empataron sin anotaciones ante el Puebla.

Entre Oribe Peralta, Rubens Sambueza y Carlos Darwin Quintero lo intentaron pero el ataque azulcrema lució secó, como si se hubiese vaciado la semana pasada, cuando golearon 6-1 a Tijuana.

Cuando entraron Darío Benedetto y Michael Arroyo, la historia del partido para los capitalinos no cambio. Peor aún, Querétaro creció.

La escuadra local pudo quedarse con un triunfo mucho más abultado. Se encontró con un portero que actualmente tiene una buena estrella como Hugo González.

El joven portero de las Águilas evitó, al menos, tres envíos que tenían un fuerte aroma a gol. Tuvo que emplearse a fondo para lograr que su meta volviera a caer.

“Voló” en más de una ocasión con el fin de mantener con vida su club. González se lució como el mejor hombre del partido para el americanismo. Sin embargo, siempre que un guardameta es la figura, hay muchas preocupaciones que deben surgir en el plantel amarillo.

El América se ahogó en la intrascendencia ante el despertar de unos Gallos Blancos que avisan que venderán cara la marginación de la fase final de este torneo.

Ignacio Ambriz, el estratega de las Águilas lució desesperado sobre el final del partido. A Nacho se le borró la sonrisa, por culpa de su ex equipo. Le toca sufrir de nuevo.

Su América sufre una caída, a unos días de enfrentar la final de la “Concachampions” ante los Tigres. Traspié que desconcentra a un equipo que estaba enrachado, crecido y que ayer volvió a generar muchas dudas.

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