Del simple anhelo de ‘mexicanizarlo’ a la cruel necesidad de plagarlo con futbolistas no nacidos en el país para intentar competir. Antes de jugar un minuto, el Cruz Azul versión Apertura 2015 ya es histórico.

Nunca antes había enfrentado un campeonato liguero con nueve jugadores que poseen algún pasaporte distinto al mexicano... Y la cifra podría elevarse a 11.

Varios clubes de la hoy llamada Liga MX han aprovechado que no existe límite para registrar elementos naturalizados. La Máquina no es la excepción. Por ahora, cuenta con cinco (Emanuel Loeschbor, Marc Crosas, Lucas Silva, Joao Rojas y Christian Giménez), pero el atacante Matías Vuoso todavía es una opción.

Fabio Santos (Brasil), Ariel Rojas y Mauro Formica (ambos de Argentina), así como Roque Santa Cruz (Paraguay), son los futbolistas que —en este momento— ocupan plaza de extranjero. La que resta sería para un delantero.

Vuelco a la filosofía de la directiva celeste, esa que, hace poco más de 10 años, soñaba con tener una importante base de elementos mexicanos, apuntalada por dos o tres foráneos que verdaderamente marcaran diferencia.

Sergio Bueno dirigirá a este peculiar Cruz Azul. El plantel ha sido armado a su gusto, pero reconoce que no es lo ideal, sobre todo si se piensa en el futuro del Tricolor.
“No cambio mi postura, siempre lo he dicho: es un evento que la Liga tendría que revisar a conciencia, porque mañana nos puede generar un rebote duro para la Selección Nacional”, admite el estratega. “Pero si la puerta está abierta, hay que competir con las mismas armas que los demás equipos.

“A veces, uno quisiera encontrar un análisis más profundo de esta situación, a dónde puede llevar y saber que no es tan sano que... Como me ocurrió en Jaguares, donde tenía a 10 extranjeros, aunque habláramos de cinco naturalizados y cinco foráneos como tal. Esto va a ocurrir aquí, pero la realidad es que uno observa a otros equipos en los que pasa lo mismo y sabe que son maneras de potenciar a tu plantel”.

El arquero José de Jesús Corona, los defensas Gerardo Flores, Francisco Javier Rodríguez y Julio César Domínguez, además del contención Gerardo Torrado, son los únicos no extranjeros o naturalizados que lucen con sitio garantizado en la alineación. Los demás, tendrán que luchar.

Aunque Bueno reconoce que la batalla no es pareja, por más que haya quien se empeñe en comparar al torneo mexicano con los europeos.

“No a todas las Ligas les hace el mismo daño [el gran número de extranjeros y naturalizados], no todos los países somos iguales”, recuerda. “Aquí, sabemos, históricamente los chavos maduran tarde”.

Lo que también es una desvantaja en su ya histórica Máquina.

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