El Crimson Tide de Alabama pone en juego su invicto esta tarde ante los Huskies de Washington, en el Peach Bowl.

El sembrado en el primer sitio llega de apalear a los Gators de Florida 54-16 y suma 13 partidos de manera consecutiva, 10 de los cuales los ha ganado con una ventaja de más de dos anotaciones.

El quarterback del Crimson Tide, Jalen Hurts, con tan sólo 18 años, puede presumir grandes números en su primera campaña en el futbol americano colegial. El joven pasador acumula 22 anotaciones por aire y dos por tierra y ha lanzado para dos mil 592 yardas.

Hurts cuenta con un gran manejo de brazos y mucha habilidad en las piernas cuando se ve obligado a improvisar jugadas.

Por el lado de Washington, cuarto sembrado, tienen a Jake Browing, quarterback en su segundo año, el cual ha mejorado bastante. En 2015, el pasador nada más sumó 16 touchdowns y regaló el ovoide en 10 ocasiones. En esta campaña ya tiene 42 anotaciones y sólo siete intercepciones. Ahora, el “3” de los Huskies quiere sorprender al favorito en el Georgia Dome.

En la otra semifinal del futbol americano colegial, el Fiesta Bowl, entre los Tigers de Clemson y los Buckeyes de Ohio State, se verán la cara dos posibles selecciones en el próximo Draft de la NFL.

Deshaun Watson guió a los Tigers al segundo sitio y los mantiene a un paso de la gran final. Con tres mil 914 yardas, está a 190 de su mejor marca, mas ya cuenta con 37 pases de anotación. “Es uno de los mejores jugadores del país”, según Urban Meyer, el entrenador de Ohio State. “Lo que lo hace especial es que tiene todo el paquete incluido”.

Buckeyes, tercer sembrado, es conocido por sus corredores. Hace un año, el novato sensación de la NFL, Ezekiel Elliott, estaba con ellos, ahora la responsibilidad corresponde a Curtis Samuel, quien será una de las piezas clave para J. T. Barrett, ganador del premio Big Ten al mejor quarterback del año.

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