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Los innumerables flashazos y cámaras de televisión que les acompañan rumbo al estrado en el que reciben su primer jersey como jugadores de la NFL sólo es el prólogo de un libro que deberá tener un dorado desenlace. El problema es que no siempre resulta así.

Ser elegido en la primera ronda del Draft siempre conlleva el compromiso de dar resultados prácticamente inmediatos. Los principales novatos tienen la obligación de generar impacto positivo en las franquicias que les depositan su fe, pero hay algunos que lo demuestran desde la pretemporada, por lo que son considerados favoritos para sobresalir en la Liga.

Ezekiel Elliott (Dallas). El corredor egresado de la Universidad de Ohio State fue la cuarta selección global. Los Cowboys de Dallas
anhelan que sea la pieza que les ayude a establecer su ataque terrestre, con lo que aminorarían la carga de su quarterback, sobre todo cuando sea titular el también novato Dak Prescott. Ya con Tony Romo recuperado, el ataque del equipo cambiará; mientras tanto, el aporte de su corredor novato será fundamental. Durante los tres años que jugó con los Buckeyes, sumó tres mil 961 yardas por tierra (promedió 6.7 por acarreo) y 43 touchdowns.

Joey Bosa (San Diego). El ala defensiva de los Chargers fue el novato que más tiempo tardó en firmar su contrato, ya que no estaba de acuerdo con el bono que le ofrecía la organización. Lo ha hecho y ahora tiene la obligación de ser puntal en una defensiva que permitió, en promedio, 236.6 yardas por juego en la temporada 2015 (decimocuarto lugar global). También hizo su carrera colegial con los Buckeyes de Ohio State y era uno de los novatos más codiciados. Prueba de eso es que la franquicia californiana le tomó en el tercer puesto del Draft.

Carson Wentz (Filadelfia). El quarterback egresado de la Universidad de North Dakota State, segunda selección global, tendrá un impacto prácticamente inmediato con los Eagles... Al menos eso es lo que espera la organización. Quedó claro al desprenderse de Sam Bradford, quien fue negociado con los Vikings de Minnesota tras la lesión de Teddy Bridgewater. El coach Doug Pederson, quien realizará su debut en el equipo, tiene plena fe en un chico que sumó cinco mil 115 yardas por aire, 45 pases de touchdown y solamente 14 intercepciones durante sus cuatro años de carrera colegial. También sumó mil 28 yardas por tierra y 13 anotaciones, cifras que muestran su capacidad para mover por sí mismo el balón si no encuentra opciones.

Sheldon Rankins (Nueva Orleans). Este tackle defensivo tomado en la duodécima selección global por los Saints, debe ser de importante ayuda para una defensiva que
fue incapaz de detener la carrera durante 2015. Nueva Orleans admitió dos mil 71 yardas terrestres, cifra sólo superada por los Eagles de Filadelfia (dos mil 153), así es que el
coach, Sean Payton, necesitaba urgentemente ayuda en esa zona de
la trinchera. Rankins pareció la mejor opción.

El egresado de la Universidad de Louisville fue el puntal de la defensiva de los Cardinals. Durante su último año colegial registró 58 tacleadas, seis capturas y recuperó un balón para touchdown. Deberá encabezar una unidad que juega bajo el esquema 4-3.

Josh Doctson (Washington). Aunque fue tomado hasta el puesto número 22 del Draft, este receptor —egresado de los Horned Frogs de la Texas Christian University (TCU)— será un gran complemento para los experimentados DeSean Jackson y Pierre Garçon. Los Redskins tienen el talento para pelear por un lugar en Playoffs y Doctson será otra valiosa arma para el quarterback Kirk Cousins, quien tiene la meta de reafirmar las buenas cosas mostradas en 2015. Durante sus cuatro años de carrera colegial, este chico atrapó 34 pases de touchdown.

La apuesta por los novatos está hecha, al final de la campaña los gerentes generales y entrenadores sabrán si le apostaron a un jugador de impacto inmediato o no.

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