Luego de la dolorosa derrota que sufrió en diciembre, el boxeador mexicano Moisés Fuentes decidió olvidarse de la división minimosca y buscará un nuevo título del mundo en las 112 libras, lo que espera se concrete este año.

Tras batallar mucho para dar las 108 libras rumbo a la pelea con el japonés Kosei Tanaka, quien lo noqueó para proclamarse nuevo campeón minimosca de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Moi Fuentes tiene nuevos planes en su carrera.

“Voy a pelear en peso mosca, tendré una pelea ‘tranquila’ en marzo o abril, [el promotor Fernando] Beltrán me dice que después una eliminatoria o quizá una revancha con el ‘Chihuas’ [Francisco Rodríguez] o eliminatoria para sacar el número uno”, dijo.

Su objetivo es disputar el cetro mosca OMB que ostenta el chino Zou Shiming y, luego de que mexicanos como Juan Francisco Estrada o Hernán “Tyson” Márquez destacaron en la división, quiere hacer historia y dejar su legado.

“Bajé siete kilos en cuatro días, me sacrifiqué, ¿para qué le sigo jugando? Tengo 29 años, no estoy viejo ni acabado, tengo futuro, ahora voy a probar en mosca, ya se fueron los grandes peleadores, Estrada, ‘Tyson’ Márquez ¿por qué no que siga el legado de Moisés Fuentes? Ahora”, agregó.

En espera de conocer el nombre de su oponente para la pelea de marzo o abril, explicó que la posible revancha con el “Chihuas” Rodríguez se llevaría a cabo en julio o incluso podría enfrentar al puertorriqueño McWilliams Arroyo antes de ir por la pelea titular.

Reconoció que el revés con Tanaka el pasado 31 de diciembre fue doloroso, “él no pegaba, no hacía nada, me derrotó el cansancio, me morí dando el peso, me sacrifiqué, cuatro días sin comer ni tomar agua, no llegué ni al 20 por ciento de lo que soy, pero así es el boxeo, jugué mal mis cartas y preferí el dinero”.

De Marco y Muciño, listos. Los
ex campeones mundiales Antonio DeMarco y Arely Muciño tendrán
su primera pelea del año hoy en el Gimnasio Municipal de Tecate,
Baja California, en busca de dar el primer paso rumbo a una oportunidad titular.

DeMarco, que tiene más de un año sin pelear y suma tres derrotas seguidas en sus últimos combates, está obligado al triunfo para demostrar que merece ir por un título mundial. El zurdo fue campeón ligero del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) en 2011. 

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