Río de Janeiro.— Las últimas cuatro rivales que se han enfrentado en el octágono a Ronda Rousey, en conjunto duraron 130 segundos. A pesar de que la brasileña Bethe Correia se atrevió a ofender a la estadounidense, al final resultó una más al ser noqueada en 34 segundos por la atleta más dominante del mundo.

Rousey actuó con sus puños y lo único que dijo de su contincante en turno fue “no llores, espero que nadie se vuelva a insultar a mi familia antes de mi pelea”, pocas palabras para una peleadora que es un colibrí en la jaula.

Con Correia como pasado, Ronda comienza a planear nuevos retos entre los que se encuentra la ex campeona de Strikeforce, Cristiane ‘Cyborg’ Justin.

La brasileña fue la peleadora más temida en su división durante años, antes de Rousey.

‘Cyborg ha presionado para la pelea con Rousey durante años, pero ella compite en las 145 libras y el UFC no tiene una división, por lo que tiene que bajar de peso si quiere el combate.

“Estoy preparada para hacer frente a cualquier rival . Es por eso que yo soy la campeona”, dijo Rousey. Yo peleo en 135 libras, pero ella está en 145 aunque puede bajar a mi categoría si se quita toda la bomba de esteroides”, acusó Ronda, quien hace recordar el poder con el que Mike Tyson se apoderaba de los triunfos en segundos.

El presidente de la UFC, Dana White también opinó como Ronda, pues manifestó que el pleito se podría dar en 135 libras.

“Esa pelea está lista para llevarse a cabo si ‘Cyborg’ está preparada para marcar el peso de la división”, dijo White.

‘Cyborg’ escribió que su próxima pelea será en 140 libras.

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