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Entre vasos llenos de cerveza y diversos objetos que se aventaron al campo del Foro Sol el 14 de marzo de 2004, las Grandes Ligas se despidieron de México con el encuentro de pretemporada que empataron los Marlins de Florida 2-2 con los Astros de Houston. La ausencia de extra innings enardeció a las 10 mil personas que aguardaban por el “sueño dorado de los aficionados”.

Poco más de una década después, las Mayores regresan a la capital del país con otro juego de exhibición. La novena de Houston ahora se mide a la de los Padres de San Diego, en una serie de dos encuentros que estrechará lazos entre la mejor liga del mundo y México, que busca dar una imagen diferente a la de 2004, cuando los fanáticos lanzaron cualquier cantidad de basura al diamante.

Por ser una fecha cercana al inicio de la temporada, los choques en el estadio Fray Nano serán un sorbo de la sustancia de Grandes Ligas. Y es que los Padres viajan a la ciudad de México con 11 peloteros que forman parte del equipo grande, los otros 17 elementos son jugadores de las sucursales.

Entre el talento de granjas con el que los Padres saltarán al terreno de juego, destaca el lanzador poblano César Vargas. El derecho subirá al montículo para abrir el juego de mañana, pero desde hace una semana ya sueña con el momento.

“El lunes en la tarde me informaron que yo iba abrir uno de los dos juegos en la Ciudad de México. Me siento muy honrado por la oportunidad que me están dando los Padres de lanzar en mi país”, declaró Vargas, quien arrancará la campaña en la sucursal Triple A.

El costo de los boletos para cada uno de los dos juegos fue de los 2 mil 150 pesos en platea a 250 pesos en las gradas del jardín.

En Peoria, Arizona, casa de los Padres durante el Spring Training, los precios para ver un choque no sobrepasan los 500 pesos por ticket.

“Voy a tratar de no presionarme por tener al público mexicano viéndome. Muchas veces al tratar de hacer todo perfecto las cosas no salen bien. Prefiero mantenerme tranquilo y con el control de los pitcheos que yo sé hacer y no inventar nada”, completó César Vargas, quien pudo conseguir un par de entradas para su mamá y hermana.

Hace más de 10 años, fue la ocasión más reciente que Vargas lanzó en la capital del país y lo hizo en categorías juveniles en la Liga Petrolera de Azcapotzalco.

El cubano Alexei Ramírez es el pelotero más emblemático que vestirá la franela de los Padres durante el fin de semana.

Los Astros, que tienen como gerente general al mexicano Jeff Luhnow, arriban con un viejo conocido de la afición capitalina, el jardinero Leo Heras. El tijuanense recibió la oportunidad de subir al primer equipo para el par de compromisos, pero él también iniciará la temporada en Triple A.

Heras fue guardabosque de los Diablos Rojos del México, pero hasta ahora disputará un partido en el Fray Nano, pues le tocó vivir toda la era del conjunto escarlata en el Foro Sol.

El comisionado de Grandes Ligas, Rob Manfred, estará en el estadio, como muestra de la apertura de negocios que quiere tener en territorio mexicano. Durante su corta etapa, Manfred ya es conocido por su intención de globalizar el beisbol.

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