En los últimos años, Rusia se ha convertido en un símbolo de la elegancia contemporánea, pues un grupo de mujeres jóvenes y sofisticadas pasaron de ser figuras de la alta sociedad local para convertirse en personalidades en la industria de la moda internacional. Este grupo incluye a las diseñadoras Ulyana Sergeenko y Vika Gazinskaya, así como a la editora Dasha Zhukova.
Dentro de este círculo, Miroslava Duma sobresale tanto por su atrevido estilo personal como por su inteligencia empresarial. Luego de estudiar Negocios Internacionales y Administración Empresarial en 2008, Duma comenzó a aparecer con frecuencia en los retratos que Tommy Ton y Scott Schuman tomaban a las afueras de los desfiles parisinos. En ese entonces, el street style era algo novedoso, por lo que Duma se convirtió en una estrella del ciberespacio y la industria de la moda de manera casi inmediata.

Luego de convertirse en una figura habitual en los front rows y de protagonizar campañas con Michael Kors y Louis Vuitton, Duma fundó Büro 24/7, una plataforma web internacional de moda y cultura que ya tiene una oficina en el país.  Conversamos con Duma, quien visitó México para ofrecer una ponencia en el foro Luxury Lab, sobre el mundo del lujo y el estilo.

¿Cuál fue el primer accesorio de lujo que tuviste?  

Fue un bolso 2.55 de Chanel, que me regaló mi madre. Recuerdo bien que en ese entonces estaba en medio de un periodo vintage  y no me importaba si alguna de esas prendas tenían las energías u olores de otras personas, como suele suceder cuando llevas algo de segundo uso. Pero cuando llegó ese bolso a mis manos fue mi boleto de entrada al mundo del lujo. Me di cuenta de que estos productos son las mejores inversiones en la moda: se pueden revender y heredar a hijos y nietos. Además, los métodos artesanales con los que se producen son definitivamente apasionantes.

¿Qué es lo que más te ha llamado  la atención sobre la situación actual del mercado del lujo en la sociedad latinoamericana? 

Está en plena expansión y estoy segura de que es sólo el comienzo. La gente con la que he estado en contacto durante esta visita es muy sofisticada y conoce bien las tendencias. Llevo sólo un día aquí y ya he visto restaurantes increíbles, grandes boutiques de diseñador y propuestas de la moda local. Me alegra mucho ser parte de esto.

¿Cuándo te diste cuenta de que estabas en el camino correcto como empresaria?
Creo que nunca me llegó ese momento. Aún pienso que nos falta mucho por lograr y me gusta reunirme con mis socios para discutir lo que podemos mejorar en lugar de felicitarnos por lo maravillosos que somos [ríe]. Probablemente ése sea un buen secreto para el éxito: pensar todo el tiempo en las áreas a desarrollar para lograr que un producto de cualquier tipo sea de mayor calidad.

¿Cuál es el secreto para que una persona logre expresar todos los aspectos de su personalidad a través de la moda?  

En mi caso fue entender mi origen y atreverme a experimentar. Vengo de un país con más de 70 años de atraso por el sistema político que vivimos. No había nada en las tiendas, toda la gente vestía del mismo modo y con los mismos colores: negro, café y gris. Varios diseñadores tuvieron mucho éxito en Rusia porque deseábamos vivir la moda. Por eso empecé a experimentar con las tendencias. Ahora que soy madre, la experimentación ya no es una prioridad, pero sí elijo piezas que me complementen y no olvido que tengo un público al que no me gustaría defraudar.

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