Hay muchos factores que intervienen en la posibilidad de que un cliente se sienta cómodo al visitar una boutique (e incluso se olvide del paso del tiempo). Además de la oferta, es una combinación entre un mobiliario impecable, las texturas de la ropa, música suave y una tranquilidad que el cliente desearía llevarse a casa. Esta preocupación por crear el ambiente perfecto ha motivado a que las firmas de moda contraten despachos de arquitectura para crear espacios inolvidables en algunos de los distritos comerciales más importantes del mundo. La Avenida Presidente Masaryk es uno de ellos, por lo que no sorprende que la nueva flagship store de Massimo Dutti reúna todas estas características.

El espacio, diseñado por el estudio de Javier Sordo Madaleno, destaca por reunir acentos minimalistas. El arquitecto ya ha destacado previamente en espacios comerciales como Antara Fashion Hall, por lo que él y su equipo conocen la importancia de un espacio elegante pero acogedor y funcional. Detalles como acabados en mármol silk georgette —una piedra con ondulaciones que debe su nombre al parecido con la textura de dicha tela— dan un toque de lujo y combinan con los tonos neutros de la decoración.

La planta baja y el primer piso de la tienda están destinados al público femenino. En el segundo, dedicado al público masculino, existe un espacio para Personal Tailoring, es decir, servicio de sastrería hecha a la medida.

La verdadera sorpresa viene con la terraza del tercer piso, una de las pocas de la zona que está dentro de una boutique, en la que se pueden observar algunos edificios representativos de Polanco, Paseo de la Reforma y otros sitios icónicos de la ciudad.

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