Cada seis meses, las cuatro capitales principales de la moda organizan un evento en el que las nuevas propuestas de los diseñadores se muestran a prensa, compradores, influencers y celebridades.Durante este periodo —conocido como Semana de la Moda— entran el juego las finanzas de muchas marcas, por lo que es muy importante ofrecer un producto lo suficientemente llamativo como para que la prensa especializada lo promueva a través de reseñas y sesiones fotográficas y luego adquiera el potencial necesario para transformarse en un éxito comercial en boutiques y tiendas departamentales alrededor del mundo.

Luego de algunos días de análisis por parte de internautas y editores, resulta evidente que muchas colecciones tienen puntos en común. En ocasiones son colores, texturas o detalles casi imperceptibles, como el largo de una falda o la forma de un cuello. Sin embargo, con frecuencia existen periodos enteros que son evocados por los diseñadores desde ángulos distintos. A estas similitudes se les llaman tendencias.

Hasta hace unos años, las tendencias solían moverse desde el punto más alto en la escala de la moda —por ejemplo, una premiere, la portada de una revista con reputación internacional
o eventos como la gala del Museo Metropolitano de Nueva York— hasta las firmas de fast fashion o  ropa casual, mismas que fabricaban piezas inspiradas en lo antes presentado por los grandes nombres de la moda. Como lo explicó Miranda Priestly (Meryl Streep) al ejemplificar el viaje de un suéter cerúleo de una pasarela hasta un botadero en The Devil Wears Prada (2006), este proceso solía ser largo y lleno de intermediarios.

Ahora existen varios factores que han acelerado este ritmo. El primero de ellos es la demanda por la inmediatez que Internet ha detonado durante la última década; primero a través de sitios web en los que las imágenes se mostraban luego de unas horas y posteriormente a través de las redes sociales y el streaming de desfiles en directo. Y aunque aún existen  algunas marcas que se han resistido, la mayoría de las casas se han rendido ante este sistema.

El segundo factor que transformó el ciclo de la moda es la rapidez con la que firmas de fast fashion han logrado procesar las tendencias. Si bien un ciclo de producción tradicional tardaba hasta seis meses en completarse, con los avances tecnológicos de firmas como Zara se ha logrado que este periodo se reduzca a dos semanas. Por lo tanto, es común que las piezas que se muestran en pasarela seis meses antes de que lleguen a tiendas —en septiembre y octubre de 2015 en el caso de la temporada Primavera/Verano 2016 y en febrero y marzo en el caso de la temporada Otoño/Invierno 2016, por citar dos ejemplos— ya no conserven el mismo impacto tras varios meses circulando en la web o, incluso, con versiones low cost disponibles antes que las de lujo.

De Milán a París

A  pesar del cambio en el ritmo de la moda, existen dos capitales que resaltan desde mediados del siglo XX, pues sus nombres suelen ser sinónimo de calidad, elegancia y, en los últimos años, vanguardia. Éstas son Milán y París, las cuales albergan en conjunto a algunas de las firmas con mayor éxito y presencia histórica tanto en los libros sobre moda como dentro de los armarios de las consumidoras con un alto nivel adquisitivo. Y entre las diferentes opciones que desfilan en estas ciudades existe un grupo muy selecto que ha logrado reinventarse de manera constante y ofrece piezas impactantes tanto para la prensa como para el consumidor.

Te presentamos las tendencias en las seis mejores colecciones de la temporada Otoño/Invierno 2016, las cuales acaban de ser exhibidas hace unos días en las Semanas de la Moda de Milán y París. Sus cortes e inspiraciones tienen el potencial de determinar el rumbo de la moda durante los siguientes meses.

Detalles elegantes
Chanel

Los grandes escenarios y las versiones irónicas de los clásicos de la marca fueron noticia en temporadas anteriores, pero Karl Lagerfeld cambió de dirección en este desfile y reunió muchos de los elementos con los que se relaciona a la maison —trajes de dos piezas en tweed, sombreros de ala corta y texturas acolchadas— en un escenario libre de distracciones. Además, agregó un elemento práctico, pues las prendas pueden desmontarse fácilmente, mientras que las botas de tacón bajo son útiles para largas caminatas.

Un viaje histórico
Gucci

Alessandro Michele logró imponer una estética con referencias a los 70 tanto en sus colecciones para la casa italiana como en otras áreas de la moda. Ahora, además de ofrecer piezas con más posibilidades comerciales como el traje de pantalón, modernizó algunos elementos del vestir renacentista e, incluso, algunas obras de arte de dicho periodo. Esto fue una dirección poco esperada pero que mantuvo a la crítica al borde de su asiento, pues es una tendencia que, en apariencia, surgió de la nada y tiene grandes posibilidades de éxito.

Lujo y minimalismo
Hermès

La afamada casa francesa se ha mantenido a la vanguardia en su división de prêt-à-porter a través de prendas con un complicado proceso artesanal y referencias constantes a su pasado ecuestre. Para su más reciente colección, Nadège Vanhee-Cybulski, directora creativa de la casa, eligió regresar al minimalismo. Los vestidos de cortes amplios, tonos neutros y detalles en bloques de color permiten que las clientas se concentren solamente en las texturas de sus materiales.

Invierno gráfico
Salvatore Ferragamo

Los colores encendidos, cortes ligeros y patrones geométricos no suelen relacionarse con la temporada Otoño/Invierno. Sin embargo, a través de las piezas concebidas por Massimiliano Giornetti, entre las que destacan capas con grecas y vestidos midi en bloques de color, el diseñador italiano demuestra que, en la moda, las reglas están hechas para romperse. Giornetti también hizo uso de objetos utilitarios en la confección, como zippers y botones, y los convirtió en elementos decorativos para tops y faldas en línea A.

Regreso a la fantasía
Dolce & Gabbana

La dupla italiana es experta en crear universos  enteros alrededor de sus colecciones y ahora reinterpretó motivos populares en algunos cuentos de hadas, como La Cenicienta, pero en siluetas y detalles frecuentes en sus colecciones, como el corte trapecio, las mangas aglobadas o los paneles de encaje. En una época en la que los accesorios son el sustento de muchas casas, los bolsos con forma de baúl o carruaje y las zapatillas acristaladas serán un hit seguro.

Pasado y presente
Dior

Tras la salida de Raf Simons como director creativo de Dior, Lucie Meier y Serge Ruffieux optaron por mezclar la estética del creativo belga y algunas siluetas clásicas de la casa como las líneas trapecio y H. El resultado fue una colección con un balance entre piezas simples y otras con un trabajo artesanal evidente en bordados y construcción, pero que no resulta ajena a lo que las clientas han comprado en los últimos cuatro años.

LO QUE PIENSAN

“Creo que hay cierta agonía entre diseñadores creativos e inteligentes, que piensan que la moda sólo se trata acerca de artes decorativas”. 
SUZY MENKES
PERIODISTA Y EDITORA

“No voy a tantos desfiles como otras personas, porque sólo me interesa hablar de lo que se convertirá en noticia. Ya he ido a demasiados, y cuando ves las novedades, colección tras colección, puedes sentarte frente a una pasarela y en un instante saber lo que se volverá impactante”.
CATHY HORYN
CRÍTICA DE MODA

 “Lo más importante de la moda es la manera en la que se integra a nuestras vidas y refleja todos los cambios sociales, económicos y políticos que pueden ocurrir en ellas”.
VANESSA FRIEDMAN
CRÍTICA DE MODA

Google News

Noticias según tus intereses