Luego de varias temporadas como tendencia en la pasarela, el estilo boho chic resulta difícil de innovar. A través del uso de estampados y accesorios que logran una narrativa coherente y atuendos que pueden ser deconstruidos para llevarse en la calle, la firma española Desigual propuso un enfoque con mayores posibilidades comerciales.

En el desfile, montado a unos pasos del Madison Square Garden, se mostró una serie de atuendos que se olvidó de estampados retro vistos hasta la saciedad como el paisley. En su lugar, ofrece patrones inspirados en países como Afganistán, creados por cuatro artistas visuales, en un traje de pantalón. Es precisamente este contraste lo que provoca que la colección destaque, pues hasta ahora son pocas las firmas que se han atrevido a vincular una pieza tan conservadora como un pantsuit con una tendencia que originalmente —es decir, a finales de los 60— buscaba romper los esquemas de la burguesía.

Este enfoque se representó perfectamente con la presencia de Julia Restoin Roitfeld en la primera fila. La francesa, quien a pesar de ser hija de la editora de moda Carine Roitfeld ha logrado destacar como musa de diseñadores como Riccardo Tisci, lució un abrigo con un patrón étnico, una blusa transparente con estampados y unos pantalones amplios en gris claro. Un atuendo calculado, pero que se ve elegante y sin pretensiones. Sin embargo, con esta nueva dirección existe un riesgo y es el de perder a los consumidores que están acostumbrados a un estilo más cercano al patchwork y los coloridos estampados que distinguen a la firma. La innovación puede tener un precio, pero en el caso de Desigual, reinventar una tendencia aparentemente agotada y acercarse al gran público podría ser redituable.

Google News

Noticias según tus intereses