El derecho a exigir rendición de cuentas a los gobernantes es algo que, de acuerdo con estudios arqueológicos que da a conocer esta semana la revista Science, fue posible entre sociedades prehispánicas en el territorio que hoy ocupa Tlaxcala.

La revista científica publica el artículo “It wasn't just Greece: Archaeologists find early democratic societies in the Americas” (“No sólo fue Grecia: Arqueólogos encuentran sociedades democrátricas tempranas en América”) donde da cuenta de la investigación del arqueólogo Lane Fargher, adscrito al Cinvestav Mérida, quien encontró, a partir de estudios realizados en la última década, restos arqueológicos que permiten hablar de que en Tlaxcala vivió una sociedad donde los gobernantes debían pasar por fuertes rituales de iniciación y que los habitantes tenían derecho de exigirles cuentas.

Para avanzar en su objetivo de ser gobernante, un candidato a un cargo político era sometido a golpes y patadas, desnudo en una plaza. Esta prueba, que fue documentada por un sacerdote español a comienzos de 1500, era una de las muchas que pasaban los aspirantes al gobierno en la ciudad de Tlaxcala, construida hacia 1250 d.C. en las colinas que rodean la moderna ciudad de Tlaxcala.

Una siguiente prueba les demandaba permanecer hasta dos años en un templo para aprender el código moral y legal de la ciudad; y sufrir flagelos y torturas con el propósito de demostrar que eran capaces de gobernar. Sólo entonces podrían ser recompensados y formar parte del grupo de gobernadores. El arqueólogo Lane Fargher explicó a la revista que ha realizado excavaciones desde 2007 en busca de este proyecto urbano y social.

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