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Todo está listo para que hoy ocurra, como cada año, la gran topada-baile de huapango arribeño, un encuentro de recaudación a beneficio del 34 Festival del Huapango Arribeño y de la Cultura de la Sierra Gorda (a realizarse los próximos 29, 30 y 31 de diciembre), pero que una noche del año llega al estado de México para enfrentar verso, danza y música en voz de diferentes grupos.

Esta ocasión se enfrentarán los artistas Cacho y Sus Ases con Toño Jiménez y los atrevidos de la Sierra.

Guillermo Velázquez, poeta trovador de Los Leones de la Siera de Xichú y miembro del comité organizador, dijo: “Es un festival independiente que se realiza por la suma de voluntades, de generosidades, de trabajo desinteresado que hacemos el comité y mucha más gente; consiste en una topada de poetas, que es la expresión máxima de la tradición conocida como Huapango Arribeño, una confrontación artística entre dos poetas trovadores acompañados cada quién de sus músicos”.

La idea de que el evento de recaudación se realizara al norte de la ciudad de México fue precisamente la cantidad de habitantes de la Sierra que han encontrado ahí un segundo hogar, señaló Rubén Mendieta, promotor cultural y también miembro del comité, quien recordó que una vez ya hubo una topada en el zócalo capitalino.

“Ellos hacen todo un ejercicio en décima y le llamamos topada al enfrentamiento de dos talentos que se exponen ante el público toda la noche, tienen que trovar en décima; así, la palabra es una cosa poderosísima”.

El encuentro abierto al público y con un costo de $150 iniciará a las nueve de la noche y terminará a las seis de la mañana en el Auditorio del centro de San Martín Tepetlixpan en Cuautitlán Izcalli y contará con la participación de Guillermo Velázquez y los Leones de la Sierra de Xichú y las Palomitas Serranas. Todo lo recaudado se destina a la organización del festival en diciembre y del que Guillermo explicó su origen.

“Muchos de los grandes huapangueros músicos y poetas al llegar a la ancianidad caían en un estado de desprotección y de olvido; así, el festival nació como homenaje a los viejos huapangueros, se pensó en esa fiesta como una manera de traer a esos grandes huapangueros a la fiesta para que la gente les reconociera lo que habían aportado a lo largo de toda su vida y años después el festival se transformó en lo que ahora es, en la fiesta del huapango arribeño y en la cultura de la Sierra Gorda”.

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