Imaginaria e Imaginario son las ediciones resultado de una profunda investigación en los archivos de la Fundación Televisa. Ediciones de lujo, en pasta dura, con un diseño y una impresión que enaltecen las imágenes; con textos de un grupo especializado de investigadores, encabezado por Alejandro Castellanos.

Los dos libros, cada uno con más de 400 fotos y más de 300 páginas, editados por RM, parten de la fotografía como eje que sustenta una colección iniciada a comienzos de los años 80 por Manuel Álvarez Bravo —cuando concebía el museo de la fotografía—, continuada con fondos del Centro Cultural de Arte Contemporáneo, y a la que se sumaron otros, como los acervos de Juan Guzmán y Paul Strand, entre otros.

El primero de los libros traza un recorrido por los grandes temas de la fotografía internacional: persona, ciudad, viaje, sueño; la investigación del segundo se interna en el universo de la imagen en el cine y la televisión, bases de la empresa Televisa y sustento para cualquier análisis que persiga abundar en el sentido de la imagen a lo largo del siglo XX, en lo que va del XXI y en lo que vendrá. Tras desarrollar grandes temas en el primer volumen, el segundo establece entrecruzamientos y capas, y enfatiza la relación con el espectáculo a través de la transformación de la persona en ícono mediático, el espectáculo como referente social, el recuerdo desde la perspectiva de la fotografía y la imagen en movimiento, y la mirada del artista.

En los dos libros confluyen algunos de los grandes fotógrafos del siglo pasado —Álvarez Bravo y Henri Cartier Bresson, por ejemplo— y del presente —cuando más que grandes nombres cabe hablar de posibilidades que llevan la fotografía a otros horizontes, como el arte —aquí vemos trabajos de Cindy Sherman y Marina Abramovic, por mencionar algunos nombres—. Este segundo libro contiene intervenciones específicas en la colección realizadas por cuatro artistas contemporáneos: Ana Casas Broda, Iñaki Bonillas, Jorge de la Garza y Jonathan Hernández. Además del impreso, los dos libros se pueden ver a partir de aplicaciones para diversos dispositivos móviles.

“Es como si el átomo con una perspectiva clásica de hacer coleccionismo hubiera explotado y se hubieran abierto las antenas hacia muchos horizontes”, explica Mauricio Maillé, director de Artes Visuales en Fundación Televisa, sobre el múltiple contenido, y destaca los vasos comunicantes entre fotografía y producción audiovisual.

Para Alejandro Castellanos, en el mundo actual cada vez es más consciente el valor de la imagen fija y su valor para referir múltiples capas de conocimiento.

El investigador y autor del concepto de los libros argumenta que “la posible aportación de un proyecto de este tipo es que a través de la fotografía, como base, se identifica cómo quedan los recuerdos grabados y a partir de ahí se forman ideas del imaginario, más allá de los medios”.

Castellanos sitúa las ediciones Imaginaria e Imaginario. Colección y Archivo de Fundación Televisa en el marco de los nuevos estudios de fotografía: “Las colecciones de Televisa son un sistema visual —fotografía, cine y televisión—. Hace 40 años que inició el estudio de la fotografía en México y hoy hay un campo consolidado, conocemos sobre todo los acervos que custodia el Estado. Sin embargo, hacía falta relacionar la fotografía con otros medios”.

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