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Maestros de la imaginación, de Lupina Lara, es un libro que da continuidad al trabajo que la autora ha realizado en diversas publicaciones, libros y revistas, como Resumen, para difundir el arte mexicano.

Esta edición tiene como tema la imaginación, palabra que abarca toda la creación artística y que Lara toma para abundar en las obras de algunos artistas de distintas épocas, movimientos plásticos y geografías.

Lara, directora editorial de Promoción de Arte Mexicano, analiza la imaginación en distintas etapas de la historia del arte; luego toma el tema y examina lo ocurrido en México, en el arte prehispánico, el arte popular y en la plástica nacional desde finales del siglo XIX hasta el presente.

“La imaginación podría explicarse como la capacidad de producir una idea, de proyectar una situación de manera conceptual, sonora, visual o emocional. Es la capacidad de concebir a priori algo que aún no existe, aunque ello contenga elementos que existen. Cualquier cosa que existe tuvo que ser concebida con anticipación, así que la creatividad logra replantear, expandir o dar una nueva dimensión a elementos o situaciones existentes”, escribe Lara en el libro.

Sostiene que el reconocimiento y valoración de la imaginación por parte de la crítica ha surgido a partir de una visión contemporánea que se desarrolla con la aparición de las vanguardias a principios del siglo XX. “Es justamente con el abandono del arte que imitaba la realidad cuando al darle paso al sentido interpretativo se da importancia a la proyección que la imagen por sí sola podía ofrecer. Esta visión nos permite regresar al pasado y estudiar el arte bajo nuevos parámetros, encontrando nuevos ángulos, siguiendo las huellas de la fantasía y de la imaginación en cada etapa de la historia”.

Lara parte de la antigüedad y se refiere a la importancia que tuvo la alegoría, luego analiza la influencia imaginativa del mito: “Encontramos que las distintas mitologías, la griega, la romana, la escandinava, la germana, la azteca con su leyenda de los cinco soles, la maya con el Popol Vuh, han alimentado la representación artística”.

El libro sigue con una revisión del tema en la Edad Media, en el arte gótico, durante el Renacimiento, en el Nuevo Mundo, en el movimiento barroco, en el neoclasicismo, en la modernidad y en el mundo contemporáneo.

“En un mundo orientado a rendir tributo a lo material, la vida se apaga; todo se adormece en un sueño apático que sofoca el amor, el deseo, la pasión, los anhelos, la sensibilidad, la expresión, el respeto, la imaginación. En ese escenario sin estándares, donde todo es aceptable y sintético, carente de magia, carente de vida, la convivencia se vuelve salvaje hundiendo al hombre en un estado primitivo”, concluye Lara.

El libro tiene en el apartado de la plástica mexicana un repaso por los nombres de grandes creadores del país en el siglo XX y el presente: José Guadalupe Posada, Alfredo Ramos Martínez y Patrick Pettersson, entre otros.

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