En 1609, un galeón español que viajaba hacia México naufragó en las costas de Iwawada, Japón. A bordo iban Rodrigo de Vivero, ex gobernador interino de Filipinas y su tripulación.

Los sobrevivientes de aquella tragedia fueron socorridos por los habitantes de ese territorio japonés. Y en agradecimiento a esa ayuda, el entonces virrey de la Nueva España, Luis de Velasco, envió un preciado obsequio: un reloj mecánico que ahora se resguarda  en el Museo Toshogu de Kuno-zan.

Una réplica de esa pieza histórica, conocida como "El reloj occidental de Ieyasu", fue donada esta mañana al Museo Nacional de las Culturas como un recordatorio de la larga e histórica amistad que une a ambos países.

El evento de entrega-recepción, realizado en el  Museo ubicado en la calle de Moneda, fue encabezado por el embajador de Japón en México, Akira Yamada, el alcalde de la ciudad de Shizuoka, Nobuhiro Tanabe, y el coordinador Nacional de Museos y Exposiciones del INAH, José Enrique Ortiz Lanz.

Ahí, los representantes de ambos países recordaron este acontecimiento histórico que marcó el inicio de las relaciones entre México y Japón, un lazo de amistad que, coincidieron, seguirá permaneciendo.

"Hoy en día, nuestras relaciones de Japón y México se están desarrollando de una manera muy dinámica, cada vez más empresas japonesas vienen e invierte en México. Los japoneses creen y confían en el futuro de México, no solo en el campo económico, sino también en el deportivo, académico. Nuestro intercambio muto está desarrollándose de una manera muy dinámica", sostuvo el embajador japonés en México.

Añadió que la entrega de esta pieza que porta la inscripción "1581, hecho en España" es "un símbolo de la larga historia de amistad entre Japón y México".

La pequeña pieza fue enviada por el entonces virrey de la Nueva España Luis de Velasco a Japón en 1611 como agradecimiento por la ayuda que los habitantes de aquella ciudad prestaron a los sobrevivientes de aquel naufragio.

sc

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