Más Información
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/eluniversal/2P5JQX5DDND67FT5LO3FJYT2MM.jpg)
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/eluniversal/ZUMCQ57CWVA4XAG2EMU3TVPYJA.jpg)
/cloudfront-us-east-1.images.arcpublishing.com/eluniversal/XPWJ6QLN2RCMHITXZYLUBV6QAQ.jpg)
El Secretario de Cultura de la Ciudad de México, Eduardo Vázquez Martín, se reunió el pasado miércoles 20 de mayo con integrantes de la comunidad del Centro Cultural Ollin Yoliztli (CCOY) para informarles que ante el deterioro del espacio, sólo hay dos opciones: una “cirugía mayor” al edificio o una nueva sede. Mientras se define cuál será la más viable, está en marcha un programa correctivo y preventivo que incluye obras para sustituir el sistema de iluminación y cableado eléctrico, la nivelación de los hundimientos en el estacionamiento, así como la impermeabilización del techo y la renovación del piso de dos salones de danza.
La comunidad estudiantil, padres de familia y maestros sostuvieron en marzo pasado una reunión con el director del CCOY, Ricardo Fuentes, quien les indicó que no había dinero para atender las necesidades del centro y que, incluso, se necesitarían de donaciones.
Dos meses después y luego de que la comunidad denunciara en medios de comunicación y redes sociales que no sólo había temor por las problemáticas del edificio como vibraciones ante el paso de automóviles, sino también por las plagas que había en cafetería y baños, Vázquez Martín reconoció que la Ollin Yoliztli presenta un deterioro de sus instalaciones, por lo que la Secretaría de Cultura solicitó al Instituto para la Seguridad de las Construcciones del Distrito Federal un dictamen que constató que no hay daño estructural en el edificio, pero que sí son perceptibles los efectos de la falta de mantenimiento.
El secretario leyó el dictamen:
“Los edificios no presentan hundimientos, emersiones o pérdida de la verticalidad, y los elementos estructurales como los marcos de concreto, las losas, las techumbres y los muros de concreto se encuentran en buenas condiciones estructurales; sólo se observan deficiencias atribuibles a la falta de mantenimiento. Estas anomalías no han mermado a los elementos estructurales pero deben atenderse con mantenimiento de calidad”.
De acuerdo con un boletín que envió la Secretaría, tras el encuentro Eduardo Vázquez Martín “instruyó a sus colaboradores (a darles seguimiento a las inquietudes que manifestó la comunidad), además de mantener el diálogo con las diversas representaciones”.
La “cirugía mayor” necesitaría de una inversión superior a los 230 millones de pesos.
