La recarga de los mantos acuíferos del país, que han padecido sobreexplotación y manejo inadecuado, requiere un esfuerzo integral del gobierno, la academia y la sociedad civil para reducir el déficit de agua y mantener las reservas naturales, consideró el especialista Ernesto Marín.

El investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) destacó la necesidad de cambiar las formas de consumo y combatir el “analfabetismo hídrico” para conservar los ciclos naturales que nos proveen agua.

En un comunicado, Marín Stillman recordó que en 2007 la Fundación Coca–Cola lanzó el Programa Nacional de Reforestación y Cosecha de Agua en el que se comprometió a regresar al ambiente el agua que la refresquera utiliza en México para sus procesos.

Explicó que el proyecto requirió de asesoría científica para ubicar cuencas hidrológicas en nuestro territorio y elegir las más viables para establecer cerca de ellas actividades de reforestación que ayudarán a la recarga paulatina.

La iniciativa se desarrolló en conjunto con la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), la Comisión Nacional Forestal (Conafor), la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Conanp) y Pronatura México, basado en el concepto de restauración ecológica.

En ese sentido, el experto en el estudio de aguas del subsuelo señaló que para diagnosticar las cuencas y seleccionar las zonas con mayores cualidades para hacer una reforestación que propicie una adecuada recarga se hace un mapa de siete capas por cada cuenca para facilitar su análisis, conocer las variables y estimar los resultados.

“Sintetizamos la geología, la vegetación, el suelo y su uso, la pendiente de la zona, el balance (cálculos del agua) y la precipitación. Hasta ahora hemos hecho estudios en 60 cuencas”, señaló.

Con este proyecto se instalaron el año pasado cinco ollas captadoras de lluvia, una especie de alberca sobre la tierra con fondo forrado de membranas plásticas, 102 cisternas comunitarias en igual cantidad de grupos humanos de varias entidades del país para captar y disponer del agua.

De igual manera se instalaron 216 techos captadores, que reciben el líquido y lo conducen a unas canaletas y 222 huertos de traspatio, donde se cosechan hortalizas que son regadas con el agua obtenida.

Además, se crearon cinco proyectos productivos y un vivero comunitario, donde se desarrollan especies de plantas adecuadas para la restauración ecológica, y una planta de tratamiento, aún en proceso.

Indicó que entre los resultados obtenidos destacan la reforestación de tres mil 291 hectáreas en sitios clave para la recarga en 29 entidades del país; se plantaron seis millones 662 mil 296 árboles; se da mantenimiento a 14 mil 881 hectáreas reforestadas con anterioridad y se cuenta con 744.6 hectáreas con obras de conservación del suelo.

Para recuperar las extensiones boscosas se impulsaron acciones relacionadas con la conservación de los suelos, la reposición de árboles con especies más adecuadas a cada sitio, la protección de las zonas en recuperación, así como la disminución de eventos que las pongan en riesgo, como los incendios forestales.

Marín Stillman refirió que los sitios que participan en la reforestación del programa son aquellos catalogados como estratégicos para la recarga de los acuíferos, que en su mayoría se encuentran en la parte alta de las cuencas hidrológicas del país.

Además coinciden en gran medida con áreas naturales protegidas y representativas de nuestra orografía nacional, como el Pico de Orizaba, La Malinche, el Parque Nacional Iztaccíhuatl-Popocatépetl, el Nevado de Toluca, la Reserva de la Mariposa Monarca, el Nevado de Colima y las Cumbres de Monterrey, entre otros.

Indicó que uno de los objetivos de la nueva etapa de ese programa es lograr cuencas sustentables, donde cada comunidad consuma y reutilice el agua en su zona geográfica, para aprender el uso y reúso del líquido y evitar costos por transportación a largas distancias.

rqm

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