Hoy tienes más libertad y una mayor oportunidad de ganar mayores rendimientos con el dinero que vas a retirarte, porque puedes escoger sociedad de inversión. Antes, tus recursos se iban automáticamente a la Siefore (Sociedad de Inversión Especializada en Fondos para el Retiro) que te correspondía de acuerdo con tu edad, pero a partir de febrero de 2017, todos aquellos que tienen una cuenta de Afore tienen esta posibilidad de elección.

Sin embargo, esta mayor libertad conlleva mayor responsabilidad. Al poder cambiar de Siefore, los cuentahabientes tienen el poder de buscar mejores rendimientos a través del cambio; sin embargo, también la posibilidad de disminuirlos al exponerse a un riesgo inadecuado con sus metas financieras. En estos momentos, la educación financiera cobra una especial relevancia porque hará la diferencia entre una mala y una buena decisión.

¿Qué es una Siefore y qué hace?

Hay que explicarlo por partes. Desde que la ley del Seguro Social fue reformada en 1997, los trabajadores tienen por ley que destinar cierto porcentaje —6.5% de manera obligatoria— de su sueldo en una Afore.

Ésta es una institución de carácter privado que se encarga de administrar el dinero de los trabajadores a través de las Siefore, que son sociedades de inversión que a su vez se dedican a invertir los recursos en distintos instrumentos —de renta fija, como bonos y Cetes, por ejemplo, o de renta variable, como acciones— con el objetivo de proporcionar los mejores rendimientos para que los trabajadores puedan retirarse con un buen ahorro.

Cada Afore tiene cinco fondos de inversión, los cuales correspondían a las distintas edades del trabajador: La Siefore Básica 4 corresponde a los de 36 años y menores; la Básica 3 entre 37 y 45 años; y la 2 entre 46 y 59 años; la Básica 1 de 60 años y mayores y la Básica 0, la cual corresponde a los de 60 años y más.

Cada una, tiene reglas y límites de inversión para cada tipo de instrumento en el que invierte el dinero y en general, conforma un portafolio que tenga un riesgo adecuado (por ley) para la edad de cada aforado.

Un ejemplo para explicarlo: La composición del portafolio de la Siefore 4, que estaba dirigida a los más jóvenes, está más orientada a instrumentos de renta variable, los cuales puedan darle un rendimiento mayor que los de renta fija, eso sí, siempre corriendo más riesgo.  Si algo llegara a salir mal, ellos por ser más jóvenes tienen más tiempo para recuperarse, porque las minusvalías no se convierten en pérdidas hasta que el dinero se saca.

“Con esta nueva opción para los ahorradores, por ejemplo, un trabajador de 47 años que
por default se encuentra ubicado en la Siefore Básica 2, podrá cambiarse a la Siefore Básica 3 o 4, que ofrecen una mayor exposición a instrumentos de mediano y largo plazo que le podrían generar mayor rentabilidad para su ahorro (con un mayor de riesgo)”, explica la Comisión Nacional para el Sistema de Ahorro para
el Retiro.

El objetivo fundamental con esta decisión es que puedas maximizar tu rendimiento a futuro, asumiendo un riesgo mayor, asegura Moisés Pérez Peñaloza, socio consultor de PwC en temas de retiro laboral. Y justamente es esencial entender que este cambio ofrece más libertad a cambio de una mayor responsabilidad que tendrán que asumir todos los cuentahabientes.

Ahora bien, no sólo por el hecho de que exista la posibilidad de cambiarse tienes que correr a hacer el cambio.

Por supuesto, esta responsabilidad se trata precisamente de hacer un mayor análisis de varios aspectos antes de tomar esta decisión, la cual, tienes que visualizar que va a sostenerse por lo menos tres años, debido a que la nueva disposición dicta que este cambio puede realizarse sólo una vez en este periodo.

Es importante remarcar esto. Mientras que para volver a cambiar de Afore sólo se necesita un año, este movimiento involucra tres años, así que es mejor tomar consciencia.

“Si te vas a cambiar, te vas a casar por decisión tuya (no por un tema de edad) a mantener esa estrategia por tres años. Esto puede implicar que no te puedes cambiar porque tienes que dejar que la decisión de inversión que tomaste madure en este periodo, así que esta decisión hoy más que nunca tiene que estar apoyada en el análisis que hiciste”, explica Moisés. Es una decisión que puede representar que tu dinero para el retiro crezca o disminuya.

¿Por dónde empezar para hacer este análisis? Quizá suene muy básico pero primero tienes que conocer en qué Afore estás (mucha gente no lo sabe). Luego de que lo conozcas, entonces revisa qué rendimientos ha tenido la Siefore en la que has cotizado hasta ahora.

Lo ideal es que revises al menos los últimos cuatro estados de cuenta, pero lo mejor sería que revisaras cómo te ha ido en los últimos tres años, porque esto te permitirá tener una fotografía más completa de tus rendimientos.

Esto lo puedes hacer en el sitio web de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro, en el cual puedes revisar los rendimientos y descargarlo en Excel.

Seguramente has escuchado mucho que tal o cual Afore es “la buena”, pero eso no debe ser una guía para cambiarte. Es probable que sí, que cierta Afore haya tenido buenos rendimientos pero no los mejores para la Siefore en la que has estado cotizando. Toma en cuenta que cada Siefore tiene un rendimiento diferente aún dentro de una misma Afore. Precisamente por eso es importante revisar tu estado actual y empezar a comprar Siefore por Siefore.

El análisis que hagas tiene que ser detallado, pero no sólo de los rendimientos que arroja tal Siefore sino también de los instrumentos en los que invierte y en su riesgo.

Por ejemplo, el valor en riesgo —mide la pérdida máxima que puede experimentar una cartera de activos en un horizonte de tiempo— de cada Siefore es diferente. En el caso de la 0, que es aquella en la que están los ahorros de los trabajadores de más de 60 años, es tres veces menor que el de la Siefore Básica 4, en la que están los ahorros de los más jóvenes de la escalera laboral. Lo que hay que recordar como regla de oro en este caso es que a mayor rendimiento potencial mayor riesgo. En general es la regla de
las inversiones.

Tu edad, tu estrategia

Otro aspecto que tienes que tomar en cuenta en esta decisión es tu edad. Por ejemplo, si tienes 50 años, no has ahorrado lo suficiente y quieres maximizar tus rendimientos por lo que estás pensando en cambiar tus fondos a la Siefore Básica 4, tienes que tomar en cuenta que sólo tienes 15 años para recuperarte si las cosas no salen tan bien como tú lo estabas pensando.

Ya ni decir que si tienes 60 años y consideras el cambiarte a una con mayor riesgo. Si te fuera mal, vas a tener sólo cinco años que seguramente no serán suficientes para recuperarte.

Por desgracia, hay trabajadores que no han ahorrado lo suficiente y que necesitan buscar un mayor rendimiento para cubrir estas carencias.  ¿Qué hacer en estos casos? La recomendación es adoptar un mayor riesgo, pero no el máximo (quizá aumentar un nivel de la Siefore en la que se está y no depositarlo de lleno en la 4) y aparejar esta decisión con un buen nivel de ahorro voluntario.

“No todo puede ser el riesgo de los mercados para obtener un beneficio futuro. El rendimiento es la cereza del pastel, el pastel es la base de tu patrimonio ahorrado. Lo importante es lo que ahorras, si tienes poco capital, de poco te van a servir los buenos rendimientos, porque éste va a en función del monto que tienes”, recomienda el consultor.

En este sentido, hay que resaltar la importancia del ahorro voluntario para tener un buen retiro. Lo que hoy se dedica de forma obligatoria (6.5%) no va a ser suficiente para recibir una pensión digna al final de la vida laboral, sobre todo para aquellos que empezaron a cotizar después de 1997 y sólo tienen lo que hayan ahorrado en su Afore para vivir en su vejez.

La recomendación de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE) es la de elevar de 6.5% a al menos 13% de nuestro sueldo la contribución para nuestro retiro. De ser posible, es deseable elevarlo a 18%, así que haz tus cuentas.

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