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El lento crecimiento de los sectores minero, textil y en algunos rubros de la construcción podría arrastrar a la baja la perspectiva de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) industrial en 2015 por debajo de 3.4%, aseguró ayer el presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Manuel Herrera Vega.

“Los sectores que van a la baja podrían arrastrar el crecimiento y tendríamos que replantear la expectativa; esperamos que no suceda”, explicó.

Además del desempeño económico, la industria enfrenta otros problemas como los adeudos de los gobiernos estatales por 100 mil millones de pesos que afectan a 12 mil empresas y provocaron que 600 estén con severos problemas de supervivencia.

“De las 12 mil empresas con problemas, 5% ya están en condiciones complicadas. Aunque hay diferentes niveles de adeudos”, los cuales se presentaron en 2014 y años anteriores, dijo. Sin embargo, no precisó desde hace cuántos años se tiene el rezago.

Las compañías que están en el grupo de los más afectados enfrentan “condiciones complicadas” porque ya hasta cayeron en retrasos en pagos de impuestos y proveedores, detalló.

Sonora, Coahuila, Nuevo León y Michoacán son los estados que más deben a empresas de todos los sectores, entre ellos el de la construcción.

Explicó que los industriales han tenido que poner las metas de crecimiento a la baja por el debilitamiento del mercado interno, a lo que se le suma el hecho de que solamente se ha ejercido el 40% del gasto público y debiera llevarse ya un avance de 70%, sobre todo en las compras gubernamentales.

Para elevar el potencial de crecimiento es necesario que siga la implementación de las reformas estructurales y articular una estrategia para fortalecer el Estado de derecho, ya que la corrupción, el crimen y robo son los factores más problemáticos para hacer negocios en México, de acuerdo con el Foro Económico Mundial, mencionó.

Resulta importante también que a nivel estatal se asigne el 35% de bienes, servicios y obra pública a favor de las pequeñas y medianas empresas, además de definir la cartera de proyectos de inversión en infraestructura con alto impacto en la competitividad en el corto plazo.

Otro factor indispensable es preparar agendas de impulso a la competitividad regional, las cuales podrían elaborarse en un año, lo que impulsará el encadenamiento productivo, agregó.

Habrá también que ordenar sistemáticamente las compras, pagos y erogaciones que autorizan los congresos locales, de manera que haya seguimiento a la correcta aplicación de fondos públicos y control de la deuda.

Ante el panorama actual, Herrera Vega expuso que debiera trabajarse en torno a tres grandes ejes: impulsar una política industrial moderna, en la que se reindustrialice el país; articular un sistema mexicano de innovación e impulsar un ecosistema nacional de encadenamiento productivo.

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