cartera@eluniversal.com.mx

El menor crecimiento de la economía mexicana dificultará la estrategia de consolidación fiscal del gobierno, mientras que la volatilidad financiera podría complicar aún más la perspectiva macroeconómica del país, afirmó la calificadora Moody’s.

En un análisis sobre los desafíos del país ante los choques externos por el comportamiento de los mercados, Moody’s estima un crecimiento de la economía mexicana de 2.5% en este año y para 2017, a cauda de las medidas de restricción fiscal y monetaria sobre la actividad económica.

“La volatilidad de las condiciones financieras podría afectar el crecimiento económico e inclinar los riesgos al lado negativo, en línea con la perspectiva negativa que Moody's tiene asignada a la calificación soberana”, destacó la calificadora, quien en marzo cambió la perspectiva de estable a negativa para la nota "A3" de México.

La firma resaltó que el estimado preliminar del PIB mexicano para el segundo trimestre de 2016 muestra que se desaceleró el crecimiento anualizado a 2.4% de 2.6% en el trimestre anterior. Aunque la actividad económica continúa soportada por el sector de servicios, el sector industrial continúa siendo la principal carga para el crecimiento.

“Aunque la disminución en la producción petrolera explica parte del debilitamiento del crecimiento, la volatilidad externa también está provocando un efecto negativo”, resaltó.

Moody’s señaló que la estrecha relación de México con Estados Unidos y el resto de la economía global a través de lazos comerciales y financieros, expone al país a choques externos.

“Recientemente, los mercados financieros han experimentado ondas de volatilidad debido a una serie de factores que incluyen el reciente Brexit, la caída de los precios del petróleo y las preocupaciones en torno al ritmo de normalización de la política monetaria de Estados Unidos”, explicó.

“Esto a su vez ha provocado que el peso mexicano experimente mayor volatilidad en 2016”, dijo.

Ante el complicado escenario, Moody’s recordó que la respuesta del gobierno mexicano fue un ajuste de políticas fiscales y monetarias durante la primera mitad de 2016. Así, en junio pasado la Secretaría de Hacienda anunció un recorte al gasto por 31 mil 700 millones de pesos.

“Menos de una semana después, Banco de México aumentó su tasa de política monetaria en 50 puntos base a 4.25% para controlar la reciente depreciación del peso mexicano”, añadió la calificadora.

Google News

Noticias según tus intereses