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Los senadores Armando Ríos, Zoé Robledo y Mario Delgado (PRD) presentaron ante la Comisión Permanente un punto de acuerdo por el que solicitaron a la Auditoría Superior de la Federación (ASF) fiscalizar el destino y ejercicio de recursos obtenidos por el impuesto a refrescos para los ejercicios fiscales 2014, 2015 y 2016.

La solicitud incluye también al presupuesto ejercido en bebederos escolares en escuelas públicas como parte de los recursos obtenidos.

Los legisladores expusieron que en México el consumo promedio per cápita de refrescos por día es de 500 mililitros, lo cual se traduce en una recaudación diaria aproximada de 60 millones de pesos, sí se considera que cada litro está tasado con un peso por concepto de Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).

Señalan que el consumo no se redujo, ni siquiera en la población de bajos ingresos, pero el gravamen generó una mayor recaudación al gobierno.

Al presentar el punto de acuerdo, Zoé Robledo (PRD) recordó que en 2014 se recaudaron 18 mil millones de pesos por ese concepto; en 2015 se obtuvieron 15 mil millones, y este año se prevén recaudar 17 mil millones.

“Ahora el asunto que tenemos a la vista es saber qué se está haciendo con el dinero”, dijo.

“El planteamiento es muy simple: que lo recaudado se destine en su totalidad, como se estableció cuando se diseñó el impuesto, a programas de prevención de obesidad y diabetes, incluyendo y destacando el acceso a agua potable en escuelas, en espacios públicos y en zonas rurales”, agregó.

Expresó que hay preocupación porque el gobierno se planteó establecer 40 mil bebederos escolares antes de que termine la administración, y hasta 2015 el avance era de 5 mil 264 instalados, y prevé cerrar 2016 con 11 mil.

“Nuestra labor no es solamente diseñar impuestos o votarlos, es ver que el sentido social de la recaudación sea un hecho, y con estos datos podemos pensar que no lo está siendo”, dijo.

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