Las montañas, islas y cañadas pueden ser retos geográficos y orográficos que dificulten a pequeñas poblaciones el acceso universal —a precio competitivo— de la energía en forma de gas natural licuado para consumo doméstico, de pequeña industria o comercio. Ante esta situación, una opción viable son los gasoductos virtuales, un sistema a través del cual se logra una distribución masiva de gas natural en estado líquido. Si bien el gasoducto es la forma más usual en la que el gas se distribuye a las poblaciones, hay países con retos importantes en orografía (como las islas) en los que se puede dificultar la construcción de esta infraestructura. Un gasoducto virtual se adapta a los posibles medios y canales de distribución de los países, que pueden ser carreteras, vías fluviales o rutas de transporte costero. En América Latina, países como Colombia, Perú, Chile, Brasil, Uruguay y Venezuela han expresado interés sobre esta tecnología. Bolivia cuenta ya con uno, realizado por el grupo de ingeniería y tecnología Sener, que comprende una planta de gas natural licuado (GNL), una flota de cisternas criogénicas, regasificadoras móviles y estaciones satélite de regasificación. La planta de gas natural licuado produce 210 toneladas al día y cuenta con una capacidad de almacenamiento de 3 mil metros cúbicos, con lo que puede suministrar gas natural a 140 mil hogares de 27 poblaciones repartidas por distintos puntos del país. El ciclo inicia con el pretratamiento del gas natural antes de licuarlo, después viene el proceso de licuefacción, mediante ciclo de nitrógeno. El gas natural, una vez en estado líquido, es cargado en cisternas criogénicas y transportado hasta las llamadas plantas satélites de regasificación, donde se transfiere mediante bombas a tanques de almacenamiento para su posterior regasificación y distribución. La adopción de estas tecnologías depende de la matriz energética de los países, aunque se prevé que el uso de gas natural se fortalecerá en los próximos 30 años. Según la Unión Internacional del Gas (IGU), el crecimiento continuado en el consumo de gas natural colocará a este energético en situación de paridad con el petróleo y el carbón en el año 2040. En el escenario de nuevas políticas de la Agencia Internacional de Energía, el consumo de gas natural mantiene la tendencia al alza, y crece anualmente un 1.4%.

Director de Gas Solutions en Sener, grupo de ingeniería y tecnología

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