La Constitución de la Ciudad de México no debe llenarse de "buenos deseos" o "disposiciones incumplibles" que requieran de presupuestos y que más que ayudar a la población atienda a intereses de grupos o partidos, aseveró el presidente del Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

Juan Pablo Castañón explicó que tampoco pueden establecerse artículos que estén por encima de la Carta Magna del país.

"Como toda Constitución de un Estado, la de la Ciudad de México debe establecer directrices generales, los ejes y pilares fundamentales de la organización política para la convivencia social, pero no sobrerregular y constreñir la vida pública y su evolución, y menos aún la de los individuos y las organizaciones de carácter privado", comentó el líder empresarial.

La Asamblea Constituyente debe considerar varios "asuntos delicados", en la iniciativa por ejemplo, "la instauración de derechos loables, pero inviables en lo inmediato" como acceso gratuito a Internet, y consumo de drogas, que es un rubro de competencia federal.

La Constitución de la Ciudad de México no puede empezar de cero, debe de considerar los lineamientos que marca la Carta Magna del país, sus límites y alcances reales, dijo Castañón en su mensaje semanal. 

cfe

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